Este artículo se publicó hace 13 años.
El comando desarticulado el martes en Vizcaya asume 16 atentados
La célula se responsabiliza del asesinato de Puelles y del brigada Luis Conde. El grupo actuó en Cantabria, Burgos, Logroño, Navarra y Vizcaya Bilbao
Los miembros del comando desarticulado el martes en Vizcaya han reconocido su implicación en dieciséis atentados, incluidos el asesinato del inspector Eduardo Puelles y el del brigada del Ejército Luis Conde de la Cruz, según fuentes de la lucha antiterrorista.
Se trata de tres atentados con coches-bomba en Burgos, Logroño y Santoña (Cantabria) -en el que murió Conde-, otros tres atentados con bombas-lapa en Bilbao -entre ellos el de Puelles-, así como seis bombas que causaron solo daños materiales en Juzgados, un edificio de la Seguridad Social, dependencias del INEM y varios repetidores.
La célula se responsabiliza de la muerte de los dos últimos asesinados por ETA
La célula fue bautizada con el nombre de Otazua, en honor del miembro de ETA Arkaitz Otazua, fallecido en septiembre de 2003 cuando participaba en una emboscada contra una patrulla de la Ertzaintza en el Alto de Herrera, en Alava. El grupo fue creado en 2006 por la miembro "liberada" de ETA Saioa Sánchez Iturriegi, actualmente encarcelada en Francia acusada del asesinato de dos guardias civiles en Capbreton en diciembre de 2007.
ActuacionesEl comando Otazua colocó, presuntamente, la bomba lapa que causó la muerte del inspector del Cuerpo Nacional de Policía Eduardo Puelles, el 19 de junio de 2009. También fue el responsable de la colocación del coche bomba que estalló en el edificio del Patronato Militar de Santoña (Cantabria) el 22 de septiembre de 2008 y que costó la vida al brigada de Artillería Luis Conde de la Cruz.
Además del atentado contra Puelles, la célula colocó, supuestamente, otras dos bombas lapa. Una de ellas fue colocaba bajo el coche de un policía nacional que viajó con el artefacto desde el barrio bilbaíno de Zorroza hasta el acuartelamiento del CNP en Basauri, donde fue descubierta la bomba y neutralizada. La segunda fue colocada el 9 de octubre de 2007 en el coche del el escolta privado Gabriel Giner, guardaespaldas de un concejal socialista. El escolta resultó herido grave con quemaduras en el brazo y la cabeza. El atentado se produjo en la calle Zamácola, del barrio bilbaino de La Peña, no lejos de donde, dos años más tarde, fue asesinado Eduardo Puelles.
En el haber de este grupo etarra se incluyen otros dos coches bomba, el que estalló el 28 de julio de 2009 junto a la Casa Cuartel de la Guardia Civil de Burgos, que causó heridas a 65 personas y daños materiales cuantisos, y el que fue desactivado frente a la Delegación del Ministerio de Defensa de Logroño el 9 de septiembre de 2007.
Además, el comando Otazua perpetró otros seis atentados con bomba.
Tres de ellos fueron contra repetidores de comunicaciones: los ubicados en el monte Arnótegi, de Bilbao, que sufrió dos atentados, el 26 de noviembre y 31 de diciembre de 2008, y otro en la localidad navarra de Lapoblación, el 12 de abril de ese mismo año. Tanto el primer atentado del monte Arnotegi, como el de Lapoblación eran trampas preparadas para alcanzar a los desactidores de la Ertzaintza y la Guardia Civil, respectivamente.
La célula terrorista es presunta responsable también de la colocación de una bomba en una oficina del INEM de Bilbao, en el año 2006, en el Juzgado de Paz de Sestao, en 2007, y en un almacén de la Seguridad Social de Arrigorriaga, en 2008. Todos ellos causaron daños materiales, pero no víctimas.
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