Este artículo se publicó hace 16 años.
Una colección de porcelanas chinas de los siglos XIII al XIX enriquece el Museo de Valladolid
Una colección de porcelanas chinas pertenecientes a varias dinastías, fechadas entre los siglos XIII y XIX y donadas por sus propietarios, enriquecerá y complementará los fondos del Museo de Arte Oriental de Valladolid, dirigido por Blas Sierra y considerado el más completo en su género dentro de España.
Son algo más de 150 piezas donadas en 2006 por el matrimonio de palentinos formado por José Pedro Ibáñez y Guadalupe Urbón, reunidas durante los últimos 35 años en su domicilio de Lausana (Suiza) y que, tras el regreso de éstos Castilla y León, han decidido donar al Museo Oriental, que hoy las ha presentado.
Ha sido en forma de una exposición itinerante patrocinada por la Obra Social y Cultural de Caja España y cuya primera estación es Valladolid, al termino de la cual pasará a formar parte de la colección permanente del Museo Oriental, mientras que algunas de ellas se mostrarán directamente al público.
Pintura, caligrafía y escultura son algunas de las artes que funde la porcelana china, además del simbolismo que remite al conocimiento de una cultura por el que ha apostado Blas Sierra como "un punto de encuentro, y no de colisión, que permita el enriquecimiento de todos", ha señalado durante la presentación.
La decoración de las piezas enseña también la relación con naturaleza de la cultura china a través de flores como crisantemos y de loto, y de animales como gatos, faisanes, loros y pavos reales "que nos hablan de un gran amor por la naturaleza", además de "poder y riqueza" puesto que cuando en Europa no se conocía la técnica de la porcelana, eran coleccionadas por reyes y mecenas.
"Hay que tener en cuenta que la técnica china, tal y como se conoce ahora, se perfeccionó en el siglo III y no llegó a Europa hasta el siglo XVIII, cuando de 'democratizó' con la apertura de mercados a través de la Compañía de Indias", ha explicado el director.
El amor, la vida y la muerte figuran entre las principales temáticas de esos elementos ornamentales entre los que destacan un 'celadón' o cuenco de la dinastía Yuan (1279-1368) "que habla de amor" y que solían regalarse los cónyuges en las bodas para desearse una eterna felicidad.
En el lado opuesto destaca un aspersorio de agua de rosas con que se rociaban las tumbas de los antepasados y porcelanas de la dinastía Ming (1368-1644) decoradas con figuras como esposos y criados para acompañar al finado en el más allá.
La mayoría de ellas pertenecen a la dinastía Qing (1644-1911), en concreto a los tipos conocidos como de la Compañías de Indias, al Imari, Sangre de Leche y a las familias Azul y Blanco, Verde, Rosa y Turquesa.
A siglo XX pertenece un biombo lacado y decorado con escenas de un poblado de pescadores.
El Museo Oriental de Valladolid fue instaurado en 1874 en el Real Colegio de Agustinos, se inauguró de forma oficial en 1980 y se amplió en 2006 con nuevas salas hasta albergar unas 1.200 piezas fechadas entre los siglos V antes de Cristo y XX.
Cerámicas, porcelanas, sedas, marfiles, esculturas, pintura y orfebrería de arte chino, africano y filipino se exhiben en las dieciocho salas del recinto fruto de la prolongada presencia de los Padres Agustinos en Extremo Oriente, donde desarrollaron su labor apostólica, humana, social y cultural.
Más de 2.000 misioneros protagonizaron esta empresa, en su mayor parte preparados en el Real Colegio de Valladolid entre los siglos XVII y XIX, hoy monasterio con unos cuarenta monjes, parroquia, museo y seminario donde se imparten clases de teología para futuros misioneros de todas las nacionalidades.
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