Este artículo se publicó hace 15 años.
Los clubes deciden hoy si paran la Liga por la subida del IRPF a los jugadores extranjeros
Los clubes de fútbol decidirán hoy si adoptan una postura de fuerza como paralizar la Liga en rechazo al acuerdo parlamentario para elevar al 43 por ciento el régimen impositivo de los trabajadores extranjeros residentes en España, medida que afecta a las estrellas del campeonato español.
La patronal ha llamado a sus afiliados a estudiar en una Asamblea Extraordinaria (11.00 horas) las consecuencias de esta medida, que puede provocar el primer cierre empresarial en la historia del fútbol español.
La enmienda, incorporada ya a la Ley de Presupuestos 2010 que debe ser ratificada en Pleno por el Congreso y el Senado, defiende que "no parece justo ni equitativo" que las "multimillonarias retribuciones de numerosos deportistas de elite" tributen al tipo fijo del 24%, que es el tipo mínimo que se aplica a cualquier ciudadano residente en España.
Con esta idea se pretende modificar la norma aprobada en 2004, durante el gobierno del PP, con la intención de atraer hacia España a científicos y directivos de multinacionales, objetivo que no se ha cumplido según los grupos firmante, que sostienen que el beneficio es "utilizado ampliamente" por los clubes deportivos para fichar a jugadores extranjeros con "altísimas retribuciones".
La modificación, que elevará del 24 al 43% el IRPF de los impatriados con rentas anuales superiores a 600.000 euros a partir del 1 de enero de 2010, ha sorprendido a los clubes, que esperaban un diálogo previo antes de acordar una decisión que califican como "perjuicio irreparable para el fútbol español".
Así lo ha manifestado el presidente de la Liga, José Luis Astiazarán, la primera voz de alarma que sonó en nombre de los clubes para asegurar que la modificación supondrá "una factura de más de cien millones de euros" para el fútbol español, en el que habrá "menos movimiento económico, menos interés televisivo, menos patrocinadores y el Estado ingresaría menos fiscalmente".
Las palabras del presidente, que insistió en que "la agresividad fiscal" hará desistir a muchos extranjeros, tuvieron eco en su homólogo en el Barcelona, Joan Laporta, quien lamentó la falta de consulta con los clubes para encontrar "fórmulas más racionales para elaborar el dictamen y para mantener la capacidad competitiva".
Pese al órdago de los equipos, calificado de "burdo chantaje" por algún sector político y de "gesto de demagogia fiscal" por el PP, Astiazarán ha dejado abierta la puerta al diálogo, que en anteriores ocasiones ha abortado otras amenazas de huelga.
"Somos un colectivo con capacidad de negociación y lo hemos demostrado en muchos temas", recordó el presidente, que hasta el momento se ha encontrado con el silencio de la Federación Española de Fútbol (RFEF), el organismo con el que comparte la organización de la Liga, y con una llamada a la "prudencia" hecha por el secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky.
En contra se ha posicionado ya la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), organismo que preside Gerardo González Movilla y que siempre ha defendido la igualdad de derechos y obligaciones para los jugadores nacionales y foráneos de la liga española, máxima defendida por la mayoría de los futbolistas españoles que han hablado.
Hoy la palabra la tienen los clubes, que en los últimos seis años han amagado con parar la competición en varias ocasiones.
En diciembre de 2003 la Liga desconvocó con 48 horas de antelación una asamblea como la de mañana para debatir la paralización del campeonato "ante el incumplimiento del Gobierno de las promesas realizadas sobre el incremento de los ingresos de la Quiniela, la rebaja del IVA y otros capítulos con Hacienda".
El compromiso por escrito de la Administración de reanudar las conversaciones provocó entonces la desconvocatoria de la reunión.
Meses después la patronal decidió no iniciar la liga 2003-2004 hasta la resolución del conflicto generado por la venta de los derechos de televisión y la separación de los clubes en dos grupos.
La situación se desbloqueó el 25 de agosto de 2003 cuando los clubes que componían el llamado G-30 llegaron a un acuerdo con la empresa Sogecable por el que esta operadora pagaría cerca de 300 millones de dólares en tres años.
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