Este artículo se publicó hace 13 años.
La china Na Li entra en la Historia del tenis
Na Li hizo el partido de su vida y entró en la historia al convertirse en el primer deportista chino (hombre o mujer) que gana un Grand Slam, al destronar en la final de Roland Garros a la defensora, la italiana Francesca Schiavone, por 6-4 y 7-6 (0).
El himno chino sonó por primera vez en la pista Philippe Chatrier en honor a un ganador individual de este país. Li, de 29 años y 98 días, escribió la página más brillante de su carrera para convertirse ya en una de las figuras de este deporte, cada vez más cerca del pívot de la NBA Yao Ming, y saltar del séptimo al cuarto puesto de la clasificación mundial.
En una hora y 48 minutos, Li sentenció su victoria y cayó de espaldas sobre la pista. Había ganado el quinto título de su carrera, el primero en tierra, después de que a principios de temporada disputase la final del Abierto de Australia, perdiendo en aquel partido contra la belga Kim Clijsters.
"Hoy fue muy duro para mí", reconoció Schiavone, quien el pasado año se convirtió también en la primera italiana en ganar un grande, "pero solo puedo felicitar a Li, disfruta este momento, porque es fantástico", le recordó a la nueva campeona.
"Para mi besar la tierra cada día ha sido increíble y está en mi corazón", añadió la italiana.
Sonriente, después de darse cuenta de lo que había logrado, Li recibió la Copa Suzanne Lenglen de manos de la australiana Evonne Goolagong. La jugadora "aussie" ganó siete grandes en su carrera y Roland Garros hace justamente 40 años.
La nueva campeona dedicó el título a una amiga suya. "Es el cumpleaños de una amiga, así que es un buen regalo para ella", dijo Li dirigiéndose al palco donde familiares y amigos vestían camisetas amarillas.
"Estuve nerviosa durante el partido", comentó antes a pie de pista, "pero no quería demostrárselo a mi rival"
China tiene ya a su nuevo ídolo, una jugadora que viene avisando de su potencial. Hasta hoy, ningún jugador chino había llegado tan lejos, aunque el aficionado de este país recuerda siempre a Michael Chang, estadounidense de origen chino, que ganó el título en 1989 al derrotar al sueco Stefan Edberg.
Li había ganado hasta ahora cuatro títulos: Cantón (2004), Gold Coast (2008), Birmingham (2010) y Sydney, en esta temporada, y ante un reto como el de hoy no salía con el cartel de favorita, debido a la experiencia de Schiavone.
De hecho hora y media antes de que comenzase la final, Li degustaba un bocadillo de jamón york con tomate, y reía tranquila y sin nervios con su entrenador, el danés Michael Mortensen, con quien comenzó a entrenar en Madrid hace unas semanas.
Luego, sesenta años y 79 días se acumularon sobre la pista para configurar la final de mayor edad del Grand Slam desde la de 1998 entre la francesa Nathalie Tauziat y la checa Jana Novotna, y la segunda en Roland Garros desde la de 1986 entre Chris Evert y Martina Navratilova.
Con figuras en la grada como el ruso Marat Safin, el rumano Ilie Nastase, la francesa Mary Pierce, la croata Iva Majoli, o la suiza Martina Hingis, y el embajador de China Kong Quam, el partido fue una continua batalla, con Li dominado plácidamente con su derecha y haciéndose con el primer set en 39 minutos.
Schiavone parecía cansada, y aunque los ánimos de sus seguidores le insuflaban energía, caía ante la solidez de Li, que llegó a colocarse a un solo punto del 4-1 en el segundo set. Pero la brava milanesa no podía dejarse apabullar así por la aspirante al título y su fino revés cortado comenzó a hacer estragos sobre la pista.
La italiana dejó constancia de su elegante volea de revés y logró a base de esfuerzos igualar 4-4, e incluso forzó el desempate tras estar a solo dos puntos de la derrota. Pero en este juego crucial el domino de Li fue insultante.
Miguel Luengo
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