Este artículo se publicó hace 16 años.
Chávez reta a la UE por su política migratoria
España considera que la directiva ha sido malinterpretada
Tras varios días de lloros, lamentos y palabras cargadas con pólvora procedentes de América Latina contra la nueva directriz europea sobre inmigración irregular, Hugo Chávez decidió encender la mecha. Su advertencia de que dejará de vender petróleo a Europa o que ordenará el cierre de las redes de distribución que Petróleos de Venezuela (PDVSA) tiene en aquellos paises que apliquen esta normativa, no es una bravuconada. El presidente de Venezuela juega duro.
Fuentes venezolanas consultadas ayer por Público aseguraron que la única forma de hacer reflexionar a la vieja Europa sobre una medida calificada de vergonzosa por el ecuatoriano Rafael Correa y el boliviano Evo Morales, de lamentable por la argentina Cristina Fernández y la chilena Michelle Bachelet, y de preocupante por el brasileño Lula da Silva, es tocándoles las cuentas que afecten a su economía y a su consumo.
Chávez fue ayer más explícito al señalar que en Europa dominan las corrientes de derecha y de ultra derecha, algunas muy cercanas al fascismo y al ultra nacionalismo. Ayer cientos de seguidores del presidente electo de Paraguay, Fernando Lugo, se manifestaron en el centro de la capital en protesta por la aprobación del decreto europeo. No es Chávez quien está enfrentado con esta legislación. Es gran parte de los gobiernos de América Latina, indicaron ayer desde Asunción.
Estas mismas fuentes aseguraron que la posición de algunos países con Europa variará si aplican esta normativa. El boliviano Evo Morales insistió ayer que, de no anularse la directiva, la Comunidad Andina de Naciones (CAN) Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú se verá ante la imposibilidad ética de profundizar las negociaciones con la UE. ¿Dónde está la protección judicial para la gente de nuestros pueblos que busca nuevos horizontes en Europa?, se preguntó Morales.
Reacción europea
Precisamente la UE urgió ayer a sus negociadores a que incrementen sus esfuerzos para cerrar acuerdos de asociación con Mercosur, la CAN y Centroamérica antes de 2009.
A pesar del pulso abierto en ambas partes del Atlántico, la delegación española en el Consejo Europeo no mostró especial preocupación. Aunque el Alto Representante de la UE para la Política Exterior y de Seguridad Común, Javier Solana, consideró totalmente desproporcionadas las palabras de Chávez, José Luis Rodríguez Zapatero, aseguró que prefería considerar con prudencia las reacciones latinoamericanas.
El presidente del Gobierno español mostró su confianza en que, si se explica la directiva cómo es realmente, se entenderá y se aceptará. Incluso, se mostró dispuesto a enviar a Venezuela al ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, para explicar la directiva de la discordia.
También Nicolas Sarkozy restó importancia a la decisión de Chávez. Tengo un montón de problemas, señaló el presidente galo. El primer ministro esloveno y presidente de turno de la UE, el esloveno Janez Jansa, consideró que la reacción del líder venezolano puede ser en caliente, pues es verdad que puede no entenderse bien (la directiva) si se lee en un periódico.
Aun así, Jansa aseguró que el proyecto migratorio se trató en la Cumbre de Lima y no hubo problemas. Su recomendación es seguir conversando para explicar que no es tan vergonzosa como algunos creen.
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