El actual vicepresidente primero y consejero de Presidencia del Gobierno andaluz, Gaspar Zarrías, se perfila como virtual número dos de Manuel Chaves, ocupando una Secretaría de Estado en el Ministerio de Administraciones Públicas que dirigirá a partir de mañana el presidente andaluz, quien a su vez será sustituido en la Presidencia por el vicepresidente segundo y consejero de Economía, José Antonio Griñán. Es muy probable, según ha podido saber Público, que personas del círculo más estrecho de colaboradores del líder andaluz lo acompañen también en su nuevo destino ministerial con rango de Vicepresidencia.

Si Zarrías, que ha formado parte del Gobierno andaluz de forma ininterrumpida desde mediados de los noventa, deja finalmente la poderosa Consejería de Presidencia, es probable que el departamento vuelva a recaer en manos de un jienense, salvaguardando así los equilibrios provinciales en el seno del Ejecutivo.

Un nombre verosímil para ocupar la cartera que dejaría libre Zarrías es el de Felipe López (Jaén, 1954), actual presidente de la Diputación de Jaén y secretario regional de Política Municipal desde julio de 2008. Al frente de la corporación jiennense, López se ha ganado fama de político imaginativo y eficiente, aunque siempre se ha resistido a dar el salto a la política regional.

Otro nombre posible para el cargo es el de la secretaria federal de Relaciones Institucionales y ex presidenta del Parlamento andaluz, Mar Moreno, también jienense, que a su vez viene siendo la apuesta de Ferraz para encabezar el cartel socialista en las elecciones andaluzas de 2012.

Sin embargo, las fuentes socialistas consultadas por este periódico se mostraban extremadamente cautas al respecto, dado que en último término la designación del futuro consejero de Presidencia será potestad del presidente.

Sea como fuere, el hecho que crea más ansiedad entre los cuadros socialistas andaluces es la marcha misma de Chaves, junto a la incertidumbre sobre quién liderará el partido a medio plazo. Otras fuentes consultadas admiten que, en estos momentos, el desembarco de Mar Moreno para ocupar un puesto nítidamente relevante en Andalucía es una posibilidad que 'no está orgánicamente madura', en alusión a las resistencias que su nombre suscita en círculos influyentes del partido.

Esas fuentes no descartan ninguna posibilidad: ni que Moreno acabe ganando un peso específico propio que estiman aún le falta y recale a medio plazo en Andalucía; ni tampoco descartan que el propio Griñán acabe sumando los méritos políticos y electorales suficientes para convertirse en cabeza de cartel en 2012.