Este artículo se publicó hace 16 años.
Castells rehúye la bronca territorial por la financiación
El consejero andaluz de Economía, el socialista José Antonio Griñán, considera "inasumible" la propuesta de Catalunya
Catalunya no quiere broncas con otras autonomías por la financiación. El Govern sabe que si se enfrenta a Andalucía y quienes le siguen (Extremadura, Castilla-la Mancha, Asturias...) lleva las de perder en el PSOE y por eso quiere limitar el debate a una discusión con Zapatero. El Govern tiene un modelo (el del Estatut) y dará batalla en el Consejo de Política Fiscal y Financiera para que prospere. Por eso busca apoyo de otras autonomías, sean o no socialistas. De ahí la alianza con el País Valenciano. El conseller de Economía, Antoni Castells, afirmó ante los recelos que la posición catalana despierta en otras autonomías del PSOE que está “menos pendiente de otras autonomías de lo que estas lo están de Catalunya”.
El negociador catalán afirmó que al tripartito busca sólo “mejorar la financiación catalana” y que sería deseable que otros hicieran igual.
El conseller de Educación Ernest Maragall no fue tan comedido, quizás porque le toca gestionar una de las áreas que más padece el actual sistema. El conseller opinó que para que las autonomías gestionen mejor la educación o la sanidad “el Estado debe perder peso económico”.
Maragall lamentó que el Estado no quiera gestionar menos del 50% del gasto público cuando sus competencias no representan “más allá del 30 o el 35%”.
Los partidos catalanes mostraron ayer preocupación por las actitudes de los barones socialistas. Artur Mas, de CiU, constató que Zapatero quiere retrasar la financiación para esperar a que el TC “recorte el Estatut” e imponer un sistema contrario al interés catalán.
Mientras el líder del PP Mariano Rajoy evitó la polémica y se limitó a indicar que el nuevo modelo tendrá apoyo del PP si hay unanimidad, no se suben impuestos y hay superávit.
El intento de Catalunya de eludir la confrontación no será fácil de culminar. El consejero de Economía de la Junta de Andalucía, el socialista José Antonio Griñán, se mostró ayer muy duro al calificar de “inasumible” la propuesta de la Generalitat. “Éste es un sistema de financiación del Estado de las Autonomías, no de las autonomías sin Estado”, dijo, antes de declararse “desconcertado” por el acercamiento de Catalunya a Valencia.
Otro gran feudo socialista, Extremadura, también parece poco dispuesto a transigir con las tesis del Govern. Su presidente, Guillermo Fernández Vara, que quiso subrayar que no pretende fomentar la “catalanofobia”, advirtió ayer que no aceptará un acuerdo a dos bandas. “Los territorios no tributan, sino las personas”, dijo el presidente regional.
Ante la inminente publicación de las balanzas fiscales entre el Estado y las autonomías (deberían ver la luz en un mes a tenor de lo prometido por Zapatero) la Generalitat ha decidido actualizar su balanza fiscal con el Gobierno central. Así podrá cotejar sus propias cifras con las del ministerio de Economía y Hacienda.
El grupo de expertos del Govern (procedentes del mundo académico) se puso ayer manos a la obra para actualizar las cifras de 2005. Entonces ya concluyeron que el déficit fiscal catalán con el Estado era de entre el 7,5 y el 9,2% de su PIB. Otros estudios elevan la cifra hasta el 10%.
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