Este artículo se publicó hace 15 años.
Cantar por la paz es toda una guerra
"Cantaremos en Cuba por la gente. No a favor ni en contra de nadie. Vamos a tocar a Cuba por amor", asegura Juanes
Tensa e interminable rueda de prensa este jueves en la sede de la SGAE. En una esquina, los cuatro protagonistas: Juanes, Víctor Manuel, Miguel Bosé y Yotuel Romero, del grupo Orishas; en la otra, un ejército de periodistas dándose codazos por agarrar uno de los dos micrófonos que daban el privilegio de participar en la pelea. Lo crean o no, el motivo de la convocatoria era tan simple como la presentación de un concierto por la paz. Suena la campana.
La expectación se debía, básicamente, a que dicho concierto se celebrará este domingo en la Plaza de la Revolución de La Habana (Cuba). Al parecer, determinadas personas que se creen con poder para decidir dónde puede tocar un músico y dónde no, amenazaron de muerte a Juanes por no elegir bien el lugar. Por si no le hubiera quedado claro, organizaron quemas públicas de sus discos e incluso prendieron fuego a una camisa negra, en referencia a la popular canción del cantante colombiano.
"Cantaremos en Cuba por la gente. No a favor ni en contra de nadie. Vamos a tocar a Cuba por amor", proclamó Juanes, que tuvo la paciencia (y el lenguaje) de un santo con los golpes bajos de algún periodista un tanto exaltado. "Yo no toco allí ni por ego, ni por ideología. ¿Por qué no creer que vamos allí por amor a la gente? A medida que vamos creciendo, perdemos la capacidad de creer que las cosas pueden cambiar. La fe es importantísima. También la paz. Pero la paz no vende. Lo que vende es la gente que escupe y escupe". Y a pesar de la crudeza de sus palabras, hablaba con la delicadeza de un monje zen.
Cincuenta minutos de preguntas y respuestas y Juanes no se descomponía. Su juego de piernas era idealista y rozaba lo ingenuo "queremos defender la tolerancia y el respeto a todo el mundo, aunque sus ideas sean de extrema derecha", pero se movía por la lona con sinceridad. Cuando perdía pie, Víctor Manuel o Miguel Bosé se enfundaban los guantes. "Los que han amenazado a Juanes son un grupo residual del exilio cubano, una minoría", sentenció el cantautor asturiano.
Más dialogante que Zapatero en sus mejores momentos, San Juanes incluso bajó a la arena para dar la cara por Silvio Rodríguez cuando un periodista le acusó de "no estar por la paz". "Ha sido mi alimento. Le admiro, más allá de sus ideas políticas", concluyó. A los 82 minutos, el árbitro levantó el brazo del colombiano.
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