Este artículo se publicó hace 15 años.
La canciller alemana hace una visita sorpresa al polvorín afgano
Los talibanes atacan la base 20 minutos después de que la abandone Merkel
Angela Merkel tuvo ayer la oportunidad de hacerse sobre el terreno una idea de lo peligroso que es Afganistán. La canciller visitó por sorpresa el campamento militar alemán en Kunduz en compañía del ministro de Defensa, Franz-Josef Jung. Veinte minutos después de abandonar esa base del norte afgano, cuando la comitiva se dirigía al cuartel general alemán en Mazar-i-Sharif, dos misiles cayeron en las inmediaciones del campamento, informó el viceportavoz del Gobierno, Thomas Steg. El ataque contra los alemanes en Kunduz, el noveno ya en lo que va de año, no causó daños ni heridos, según el Ministerio de Defensa.
Ese ataque vino precedido el domingo de un tiroteo contra un equipo alemán de reconstrucción que se dirigía a las obras de un puente, situado a unos veinte kilómetros al sur del campamento, y de una bomba que destrozó un blindado alemán. En ninguno de los dos casos hubo víctimas.
"Ataque calculado"
Ayer, los talibanes se apresuraron a interpretar en clave propagandística el ataque con misiles. Un portavoz de los radicales islámicos, Sabijulá Muyajed, contactó con reporteros del portal de noticias Spiegel Online para afirmar que los talibanes sabían que la canciller iba a venir y calificó el lanzamiento de los misiles de "ataque calculado contra Merkel".
Berlín mantuvo en secreto hasta el último minuto la preparación de este segundo viaje a Afganistán. La canciller habló por teléfono el domingo con el presidente afgano, Hamid Karzai, y partió hacia Afganistán sólo cinco horas después de aterrizar en Berlín, a su regreso de Praga. La semana pasada, la OTAN asumió la nueva estrategia de EEUU para Afganistán, que prevé reforzar las tropas en la frontera con Pakistán.
Alemania enviará 600 soldados más, hasta alcanzar un total de 4.400, aunque el refuerzo no cuenta con la aprobación de la opinión pública. Según el último sondeo, dos tercios de los alemanes quieren la retirada inmediata de Afganistán.
"Hay esperanza, pero la situación de seguridad tiene que mejorar", dijo ayer Merkel en Kunduz. También elogió el trabajo de las ONG.
La canciller señaló que la misión de las fuerzas alemanas en el norte también es peligrosa y justificó con ello la negativa alemana a enviar tropas al aún más peligroso sur.
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