Este artículo se publicó hace 15 años.
A la camorra le gusta España
Los clanes napolitanos de la famosa mafia italiana llevan muchos años implantándose en este país, donde las condiciones carcelarias y el boom de la construcción han permitido el desarrollo económicos de los camorristas&n
En los últimos meses el nombre de la camorra ha aparecido en muchas ocasiones en la prensa española. Varias detenciones de capos de esta mafia napolitana y el éxito del libro y la película de Gomorra han conseguido que se ponga en el punto de mira a una banda criminal que tiene muchas más relación con España de lo que los medios pero, sobre todo, la sociedad, piensan.
España es un país más tolerante y no está abrumado por los homicidios, la vigilancia ni por los instrumentos antimafiaY prescisamente sacar a la luz los tentáculos que la camorra ha establecido desde hace décadas en el territorio español es lo que ha hecho un diario italiano, La Repubblica. No sólo ha planteado la estrecha y larga relación que los capos camorristas mantiene con distintas redes criminales que actúan en España, y la cantidad de dinero que circula por el país de origen mafioso, sino que expone las razones por las que la camorra ha elegido este Estado como principal base de operaciones en el exterior.
La periodista de La Repubblica lo expresa claramente: "la camorra globalizada tiene un país en el corazón: España." La clave es sencilla, "es un Estado más tolerante y no está abrumado por los homicidios, la vigilancia ni por los instrumentos antimafia".
Pero no se trata de un fenómeno reciente, aunque la globalización y la libre circulación de capital hayan favorecido mucho este proceso. La camorra siempre ha mirado hacia España y ha aprovechado los momentos claves para introducirse en las redes comerciales, económicas y criminales. Aprovechó la Transición y su consiguiente aperturismo económico ligado a la necesidad de desarrollo que se respiraba en el país. Y ahora aprovecha la falta de control sobre los flujos económicos.
Como en casaSu área de actuación se reparte por Catalunya y otros lugares de la costa mediterránea. También ha aumentado mucho el número de bandas napolitanas organizadas que se dedican al contrabando y robo de relojes de alta gama y bancos. De hecho, el número de delitos de este tipo se ha triplicado en la zona desde la llegada de estas bandas italianas, tal y como indica Vittorio Pisani, un alto cargo de los carabineros de Nápoles.
La expansión urbanística en la Costa del Sol se atribuye en gran parte a empresas relacionadas con los clanes napolitanosLos datos de la Dirección Antimafia del distrito de Nápoles aseguran que algunos de los capos camorristas acumulan cuentas en el exterior de 700 millones de euros. Se han especializado en la construcción y se estima que la expansión urbanística en la Costa del Sol se atribuye en gran parte a empresas relacionadas con los clanes napolitanos, confabulados con políticos locales.
La razón del aumento de las actuaciones de los mafiosos italianos es sencilla, muchos son detenidos y apenas pasan tiempo en la cárcel, y los que tienen condenas más largas, las disfrutan. Maurizio Prestieri, un camorrista detenido en Cataluña en 2003, lo explica claramente: "Aquí, en España, todo es diferente. Cuando me arrestaron dije: ¿y esto es una cárcel? Podía encontrarme con mi mujer a solas, podía hablar por teléfono con una tarjeta. Cuando se me terminaban los minutos de la tarjeta, compraba otra a mitad de precio a algún pobrecito que estuviese detenido conmigo. Parecía un centro de vacaciones..."
Colaboración policialEl problema de las condenas es complicado y se necesita una mayor interacción entre los cuerpos policiales italianos y españoles.
La Fiscal General del Estado, Stefanía Castaldi, reflexiona en el artículo de La Repubblica: "Si al menos se pudiera suspender los términos de custodia cautelar para poder tramitar la extradición, tendríamos un arma más para combatir etes extraordinario sistema de poder camorrístico que está implantado en el extranjero".
Mientras tanto, el jefe de los carabineros de Nápoles, Gaetano Maruccia, ha establecido una intensa colaboración con su homólogo de la Guardia Civil española, que ya han obtenido buenos resultados, como al detención el pasado domingo de un capo de la Camorra, Salvatore Zazzo, en Barcelona.
De hecho, el último paso en la colaboración entre Italia y España para frenar la expansión de la camorra se ha producido durante estos días, en los que se ha firmado un acuerdo entre las fuerzas de seguridad italianas y la Guadia Civil en Roma para mejorar la colaboración antimafia.
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