Este artículo se publicó hace 14 años.
El cambio climático no es una teoría sino un hecho, según Al Gore
"El cambio climático es un hecho científico y no una teoría a discutir" y "se pueden discutir las predicciones, pero no los hechos".
Estas son las dos ideas fundamentales que se ponen de relieve en "Nuestra elección", el nuevo libro del ex vicepresidente estadounidense Al Gore, que mañana se pondrá a la venta en España.
Después de publicar en 2006 "Una verdad incómoda: la crisis planetaria del calentamiento global y cómo afrontarla" o "La tierra en la balanza: la ecología y el espíritu humano", en 1992, los seguidores de Gore se encuentran ahora con esta obra en la que el Premio Nobel de la Paz de 2007, entre otras, se refiere a los negacionistas del cambio climático.
Explica así que los argumentos "engañosos y cínicos" contra el cambio climático se pueden organizar en términos "de etapas de negación".
Al comienzo, su mensaje (el de los negacionistas) era que el calentamiento global "no era algo real, que no existía" y "ridiculizaban" el consenso científico y "escogían sólo aquellos fragmentos de información que podían utilizar para atacarlo".
Pero cuando sus argumentos fueron "meticulosamente refutados, rehusaron reconocer los hechos y continuaron con sus afirmaciones, sin hacer caso a nada", según Gore.
Gore también señala en "Nuestra elección: un plan para resolver la crisis climática" -publicado por la Editorial GEDISA- que la estrategia de los negacionistas es "reposicionar el calentamiento global como teoría, no como hecho".
En este punto, Gore reproduce un comunicado interno de los asesores del gobierno del ex presidente estadounidense George W. Bush en el que se afirmaba: "si el público llegara a creer que las cuestiones científicas están resueltas, sus opiniones acerca del calentamiento global cambiarían".
El ex vicepresidente estadounidense bajo la presidencia de Bill Clintom, va más lejos y asevera que se llegó a pagar a "científicos" poco conocidos y "escasamente acreditados" para producir "pseudoinvestigaciones" diseñadas con la finalidad deliberada de "suscitar dudas" acerca de prácticamente todos los aspectos del emergente consenso científico.
"En enero de 2007, uno de los grupos financiados por ExxonMobil ofreció 10.000 dólares por cada artículo que cuestionara los descubrimientos consensuados por la comunidad científica mundial", escribe Gore.
"Nuestra elección" también hace referencia a los "grupos de presión" y manifiesta que estas empresas y sus aliados han "inundado" el Capitolio de EEUU de agentes a sueldo, que "tienen control sobre los 90 millones de dólares gastados en presión climática sólo en 2008.
Las "poderosas" industrias afectadas -señala Al Gore- por las soluciones propuestas a la crisis climática han "utilizado" todas las herramientas políticas a su disposición para "oponerse".
En este sentido, el ex vicepresidente estadounidense pone como ejemplo que una compañía dedicada a los grupos de presión, que trabaja para empresas del sector del carbón y compañías eléctricas dependientes del carbón, "falsificó" cartas que se oponían a la legislación climática y se dirigían a los miembros del Congreso de EEUU.
El libro, además, hace referencia a cómo las alternativas "necesarias" para salvar el clima "tendrían que ser también" los "cimientos" de las políticas internacionales dirigidas a la creación de nuevos puestos de trabajo y a la "estimulación" del progreso económico sostenible.
Y es que, según Gore, pese a que muchos esperaban que la actual crisis económica demorara aún más las acciones con respecto a la crisis climática, la verdad es que la expectativa de millones de nuevos empleos "verdes" ha conducido a progresos en el tratamiento simultáneo de los desafíos climático y económico.
Por último, el ex vicepresidente plantea que ante el cambio climático "nuestra elección" es que la sociedad tiene que cambiar "algo más que nuestras bombillas".
"Debemos cambiar nuestras leyes y nuestras formas de actuar. Los individuos que anhelan formar parte de la solución tienen que convertirse en ciudadanos activos", asevera Gore.
Pero también cree que la humanidad debe hacerse responsable de las fuentes de energía, de los bosques y del crecimiento de la población.
Tal y como hizo con "Una verdad incómoda", el ex vicepresidente Gore tiene previsto donar el cien por cien de los ingresos del libro al grupo "Alliance for Climate Protection" ("Alianza para la protección climática"), un grupo sin fines lucrativos dedicado a la divulgación del conocimiento sobre la crisis climática y sus soluciones.
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