Este artículo se publicó hace 17 años.
Cae una red criminal en la Cañada Real
Detienen a 23 personas de una banda que robaba en fincas y chalets de la zona centro de España
La Guardia Civil desarticuló ayer una importante banda organizada, especializada en asaltar viviendas y casas de campo. En la operación participaron 160 agentes y se ha saldado, por el momento, con 23 detenidos, cuatro de ellos menores de edad.
Los criminales son todos ciudadanos de nacionalidad rumana, excepto uno que es español, y residían en la Cañada Real Galiana, en el extrarradio de Madrid, uno de los mayores focos de venta de droga de España.
Estos delincuentes actuaban en varias provincias de la zona centro (Toledo, Madrid, Guadalajara, Ávila y Cuenca). Hasta ahora, las autoridades han esclarecido unos 30 robos. Entre los objetos recuperados, los agentes hallaron desde joyas, ropa, equipos informáticos y de música, consolas y televisiones de plasma hasta armas de fuego, navajas y puñales. El botín podría superar los 500.000 euros.
Pueblos pequeños
La investigación comenzó el pasado mes de marzo, a raíz de un robo en la población de Villar de Olalla (Cuenca). Después de varias pesquisas, se consiguió identificar a sus presuntos autores. La base operativa de la banda estaba en la Cañada Real Galiana. Desde allí, planificaban sus golpes.
Siempre elegían localidades con pocos habitantes y alejadas de grandes núcleos urbanos. Una vez en el lugar, se dirigían a viviendas deshabitadas en dos vehículos. Uno de los coches se paraba frente a la casa, simulando una avería mientras camuflaban el otro automóvil a cierta distancia. Era entonces cuando todos los ladrones, excepto uno que se quedaba vigilando en la calle, accedían a los chalets. Tras forzar las ventanas y saltar los muros y verjas de protección, el grupo desvalijaba la finca.
Sin violencia
Los saqueadores no llegaron a emplear métodos violentos contra sus víctimas. Si alguien se acercaba a la vivienda, el que actuaba de vigilante avisaba de inmediato a sus compañeros, que huían a toda prisa de la casa. Además, se dedicaba a entretener al intruso para facilitar la fuga de sus compinches y no dejar así pistas.
En caso de no aparecer nadie, los delincuentes cargaban el coche más cercano y salían a toda velocidad del pueblo. Más tarde, trasladaban todo el saqueo al segundo vehículo, por si hubieran sido detectados. La red llegó a emplear hasta 15 automóviles y furgonetas en sus asaltos. Además de estos robos, la Guardia Civil ha imputado a los detenidos por un delito de falsificación documental.
Todos los arrestados han pasado ya a disposición judicial. Los responsables de la investigación sospechan que los ladrones han podido cometer otros veinte atracos más en Salamanca, Segovia, Soria, Burgos y en Cáceres. El caso continúa abierto y no se descartan más detenciones en los próximos días.
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