Este artículo se publicó hace 13 años.
Bustillo y Maury afirman que "el cine de terror tiene limitada su producción en Francia"
El tándem francés Alexandre Bustillo y Julien Maury, que hace cuatro años provocó el debate en el Festival de Sitges con su extrema "À l'intérieur", ha vuelto hoy a la ciudad costera barcelonesa con "Livide", una historia de ribetes vampíricos que concurre a competición en el certamen.
Después del primer pase de la película, que ha provocado división entre el público, los dos cineastas han participado en una rueda de prensa en la que, además de tratar sobre su nuevo y esperado proyecto, han reflexionado acerca del actual momento del cine de género en Francia, donde han asegurado que "tiene limitada su producción".
Bustillo ha asegurado que si han tardado tantos años en volver a las salas es porque, a pesar de las muchas ideas que han tenido en este tiempo, han surgido problemas de financiación y hasta ahora no han podido armar "Livide", con homenajes a la británica productora Hammer y al terror italiano.
Maury, por su parte, ha argumentado que el cine francés está muy protegido, ya que, "gracias a la legislación, se dedica un porcentaje por entrada a la producción nacional".
Sin embargo, como las principales productoras son las televisiones y para los horarios de máxima audiencia quieren productos para todos los públicos, "se excluye al terror y no se asumen riesgos".
"Siempre -según Maury- cuando acabamos una película de género se nos dice que será la última y sólo hay tres o cuatro productores dispuestos, lo que limita las posibilidades de producción. Para 'Livide' hemos contado con el mismo presupuesto que para la película anterior y eso que el guión era mucho más complejo y necesitaba de más recursos".
En "Livide" la acción transcurre en un viejo y destartalado caserón en el que vive la señora Jessel, una anciana profesora de danza, postrada en estado de coma cerebral, que sólo recibe los cuidados de una enfermera, que un día acude hasta allí con su nueva y joven ayudanta Lucie.
Esa misma noche, Lucie y sus amigos Ben y Wilson deciden entrar por una ventana para intentar encontrar un tesoro que se dice puede haber en su interior.
Nada será lo que parece y, con mucha música de fondo y danza de primer plano, empezará a brotar roja sangre por algunos de los rincones del edificio.
No obstante, Bustillo ha asegurado que no han querido seguir las modas actuales del cine de terror, y han preferido dar su particular impronta a la cinta. "No queríamos seguir esta tendencia tan explícita de mostrar mucha sangre a la hora de arrancar miembros", ha dicho.
Los directores galos han señalado que a ambos les encanta el cine y que han bebido de muchas fuentes distintas, desde las películas de la Hammer a las del italiano Dario Argento o el terror español de Jaume Balagueró y Juan Antonio Bayona.
"Y nos parece extraordinaria 'Escalofrío', de Isidro Ortiz", ha precisado Bustillo.
Durante la mañana de hoy también ha hablado sobre su película el equipo de "The Woman", del director Lucky Mckee, un viejo conocido del festival desde que en el año 2002 triunfara con "May".
Nombre clave del nuevo cine fantástico, Mckee adapta para su filme un relato del polémico Jack Ketchum -también en Sitges- protagonizado por una mujer salvaje (Pollyanna Mcintosh) a la que un abogado, llamado Christopher Cleek, tratará de civilizar.
Mckee se ha mostrado encantado de poder regresar a este festival porque entiende que otros certámenes "están más orientados al negocio, mientras que Sitges es como una gran fiesta del cine, en la que películas muy extremas se pueden ver en una sala".
Por Irene Dalmases.
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