Este artículo se publicó hace 16 años.
Bush falla en lograr la ampliación de la OTAN con Ucrania y Georgia
Las dos ex repúblicas soviéticas tienen que esperar por la oposición de Francia y Alemania
Al final, no pudo ser. Y ello a pesar de la intensa campaña que, a su favor, hizo el presidente de los Estados Unidos, George W. Bush. Ucrania y Georgia se quedaron sin ser ungidos por el Membership Action Plan (MAP), la antesala del ingreso en la OTAN, en la cumbre de Bucarest que la Alianza Atlántica ha celebrado desde el miércoles hasta hoy en la capital rumana.
Aun así, las dos ex repúblicas soviéticas lograron un pronunciamiento claro y unánime de los aliados para que el ingreso se produzca lo más pronto posible, aunque no se dieron fechas.
Ucrania y Georgia han ocupado el núcleo de las meditaciones de los jefes de Estado y de Gobierno de la OTAN estos días, que se dividieron en dos posiciones más la de Rusia. Por un lado, Francia y Alemania, con el apoyo de España, manifestaron sus reticencias a que los dos países ingresasen ahora en la Alianza o lograran la categoría de "miembros futuros" a través del MAP.
EL presidente francés Nicolas Sarkozy y la canciller alemana Angela Merkel, con el apoyo del presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, se opusieron en todo momento a crear tensiones innecesarias con Rusia ahora. El presidente ruso Vladímir Putin mostró su objeción rotunda al ingreso en la OTAN no sólo de Georgia y Ucrania, sino también de Albania, Croacia y la Antigua República Yugoslava de Macedonia, cuya adhesión a los 26 sí se hará de forma inminente y, en el caso de la última, en cuanto resuelva su problema de denominación con Grecia -Macedonia es también el nombre de una provincia histórica griega-.
EEUU fue el que más se enrocó con su postura proingreso. El presidente Bush visitó Kiev el miércoles y, desde allí, mandó un mensaje a los aliados para pedirles que apoyasen el ingreso en la OTAN de Ucrania y Georgia, aunque no fue escuchado, al menos, de momento.
El optimismo por verse miembros de la OTAN en algún momento, sin embargo, ha calado de tal modo en los espíritus de los presidentes afectados, el ucraniano Víctor Yúschenko y el georgiano Mijaíl Saakashvili, que han celebrado la decisión de la Alianza como maná caído del cielo.
El mandatario ucraniano calificó de "victoria" la conclusión de los miembros de la OTAN, mientras que el de Tiflis aseguró que se había "cruzado el Rubicón" con ella.
Ucrania y Georgia no han conseguido, de momento, la invitación de los aliados a unirse a ellos, debido, fundamentalmente en el primer país, a la fuerte oposición de la opinión pública que existe al ingreso en la OTAN y, en el segundo estado, a los conflictos existentes con las regiones separatistas de Abjasia y Osetia del Sur, más próximos a Moscú.
La que en absoluto se mostró conforme con la decisión de la OTAN fue Rusia, que, desde el principio, sólo se inclinó por la negativa a la entrada. Efe informó de que el viceministro de Exteriores ruso, Alexandr Grushko, aseguró en Moscú que "el ingreso de Ucrania y Georgia en la Alianza será un gran error estratégico que tendrá las más graves secuelas para la seguridad europea".
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