Este artículo se publicó hace 15 años.
El bunker de Churchill era un coladero
El político pasó la guerra a merced de las bombas de la aviación alemana
Se le pudo haber caído la casa encima. Winston Churchill, primer ministro británico durante la Segunda Guerra Mundial, pasó el conflicto bélico refugiado en un sótano que no hubiera resistido un bombardeo nazi mínimamente certero. Así se afirma en una carta escrita en septiembre de 1940 por un alto funcionario y que se muestra ahora en las Cabinet War Rooms (Estancias del Gabinete de Guerra), las dependencias secretas bajo el Ministerio de Hacienda en las que Churchill trabajó durante la guerra.
El complejo se construyó junto a Downing Street y los centros neurálgios del poder con la idea de que el Gobierno pudiera seguir desempeñando sus funciones, especialmente durante el Blitz, el periodo entre septiembre de 1940 y mayo de 1941 en el que los cazas de la Luftwaffe alemana arrojaron miles de toneladas de bombas sobre Londres.
La carta enviada por Patrick Duff al secretario del gabinete, Edward Brigdes explica la estupefacción de Churchill tras comprobar la precariedad de las instalaciones en las que se reunía su Gobierno. "El primer ministro dijo que le habían engañado al hacerle pensar que este lugar era realmente un refugio a prueba de bombas, cuando no se parece en lo más remoto", escribió Duff.
La carta añade que "era totalmente impracticable hacer algo que se pareciera a un refugio a prueba de bombas dentro del edificio". A pesar de sus protestas, el primer ministro siguió trabajando en este centro de mando subterráneo durante toda la Segunda Guerra Mundial.
Un simple sótanoEn declaraciones a la BBC, la comisaria de la exposición Undercover: Life in Churchills Bunker (Secreto: La Vida en el Búnker de Churchill), Cressida Finch, explicó que las estancias del gabinete de guerra "eran más un sótano que un búnker".
"Aunque Churchill se enfadó al conocer que las estancias de guerra no eran completamente seguras, tenía la determinación de no dejar el centro de Londres y que la gente pensara que estaba abandonando a los londinenses", manifestó Finch.
El sótano se preparó apresuradamente para que se convirtiera en un centro de mando temporal pocos días antes de que Hitler invadiera Polonia. La red de túneles y oficinas creció en tamaño e importancia, convirtiéndose en la sede de maniobras políticas y militares del país. Cerrado al final de la guerra, el refugio se reabrió como museo en la década de 1980.
La exposición se inaugurará el 27 de agosto, coincidiendo con el 70 aniversario de la apertura del búnker.
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