Este artículo se publicó hace 16 años.
Las bolsas europeas se mantienen en la incertidumbre pese a la movilización de gobiernos
Las bolsas europeas vivieron hoy una nueva jornada de incertidumbre y volatilidad pese a la movilización de la clase política y las recurrentes inyecciones de liquidez de los principales bancos centrales.
Tras la desastrosa jornada de ayer, el índice selectivo S&P/Mib de la Bolsa de Milán cedió hoy un 0,65%, el DAX 30 de Fráncfort un 1,12% y el PSI lisboeta un 1,21%.
En contrapartida, la Bolsa de París cerró hoy con una ligera subida del 0,55% y Londres remontó un 0,35%, pese al desplome experimentado por los bancos al conocerse que algunos habían pedido al Gobierno británico liquidez adicional.
La bolsa española también escapó de las pérdidas de Wall Street y de otras plazas europeas por los problemas del sector financiero y subió hoy el 1,27% con el apoyo de los grandes valores.
Los remontes sin embargo no cubrieron las perdidas de la víspera ni despejaron el panorama de los inversores, bombardeados estos últimos días con mensajes contradictorios.
La apertura de los mercados europeos coincidió con el anuncio del gobierno islandés de que asume, para evitar la quiebra del sistema y del Estado, el control total sobre el segundo banco del país, el Landsbanki, y con la adopción en el marco de la Unión Europea de nuevas garantías para los ahorradores.
A media jornada se supo que la Reserva Federal estadounidense aplicará medidas adicionales para proveer liquidez a los mercados de fondos a corto plazo y que el Banco Central Europeo aumentará la dosis de sus inyecciones de liquidez.
Y poco antes del cierre de los mercados, Wall Street iniciaba un nuevo viaje a la baja y el número dos del FMI, John Lipsky afirmó que existe un "riesgo real" que EE.UU. caiga en recesión en los próximos trimestres.
"En las circunstancias actuales nadie quiere invertir. El mercado se comporta como un conejo ante una serpiente", comentó un agente de bolsa de Fráncfort.
Así las cosas, los títulos bancarios volvieron a ser los grandes protagonistas de las plazas europeas y lógicamente en Fráncfort, donde la sesión estuvo viciada por los rumores de la supuesta necesidad del Deutsche Bank de proceder a una ampliación de capital.
En unos momentos en los que los simples rumores pueden tumbar a un banco, el Deutsche Bank se vio obligado a emitir un comunicado en el que aseguraba que no habrá tal ampliación de capital.
Aunque la comunicación del banco logró frenar la caída de sus acciones en Bolsa, los títulos de Deutsche Bank cedieron hoy un 7,54 por ciento, arrastrando con ellos los de Postbank (-0,87%), Commerzbank (-13,99%) e Hypo Real Estate (-7,54%).
Otro de los protagonistas de la jornada en Fráncfort fue, para desconcierto del mercado, el constructor automovilístico Volkswagen, cuyas acciones comenzaron a subir sin explicación alguna hasta los 452 euros, es decir un 55 por ciento.
Por razones igualmente desconocidas, los títulos de VW retornaron a medida que avanzaba la sesión a su cotización habitual para terminar con una bajada del 0,63%, hasta los 287,98 euros.
Paralelamente, en Lisboa, las acciones del Banco Comercial Portugués (BCP), participado por el Sabadell, bajaron un 3,24% y las del Banco Portugués de Inversiones (BPI), participado en el 25% por la española La Caixa un 1,53%, hasta los 1,93 euros.
En París, mientras que los bancos centrales se movilizaron para refinanciar el circuito bancario, BNP Paribas se apreció un 1,37% y Crédit Agricole ganó un 0,36%, mientas que la aseguradora Axa cedió un 0,25% y Dexia volvió a sufrir un desplome, esta vez del 13,31%.
La Bolsa de Milán, tras la dramática jornada de ayer, la peor en diez años, volvió a dejar descensos relevantes, aunque en general de menor dimensión, de varias entidades bancarias y de otros títulos importantes de los sectores industrial, tecnológico y energético.
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