Este artículo se publicó hace 14 años.
Bielorrusia y Rusia reanudan su negociación sobre el crudo
Altos cargos rusos y bielorrusos reiniciaron el sábado su negociación en Moscú sobre una nueva estructura de precios para las entregas de petróleo de 2010, en un intento por evitar una nueva guerra energética que podría afectar a los suministros de crudo de Europa.
Las conversaciones entre los ex estados soviéticos se rompieron en la víspera de Año Nuevo, lo que hizo temer en Alemania y Polonia que se pudiera repetir el corte en el suministro ocurrido en enero de 2007 tras una disputa similar. Sin embargo, los suministros de petróleo siguen fluyendo.
Responsables del Gobierno de ambos países se reunieron en Moscú el sábado por primera vez desde el jueves, informó Mijail Barkov, vicepresidente del monopolio de oleoductos petroleros Transneft.
"Esperamos concluir las negociaciones lo antes posible", comentó.
Barkov no quiso comentar las exigencias de precios de Rusia, pero dijo que el suministro de petróleo a Europa estaba asegurado. "No hay riesgo del tránsito de suministros de petróleo a Europa a través de Bielorrusia", aseguró.
Bielorrusia se quejó el viernes de las torpes tácticas de negociación durante las conversaciones de fin de año en Moscú y aseguró que los altos precios propuestos por Rusia violarían los términos de una unión aduanera en ciernes entre dichas naciones.
Bielorrusia recibe cerca de 400.000 barriles por día de parte de Rusia a través del oleoducto Druzhba, material que es procesado en dos refinerías y exporta la mayor parte de él en productos refinados a Occidente, consumiendo internamente una porción mucho menor.
Un pacto para eludir un corte del suministro será recibido con alivio en Alemania y Polonia, tras las interrupciones de hace tres años. Sin embargo, mientras no se alcance el acuerdo, la amenaza persiste.
Políticos europeos han acusado en repetidas ocasiones al Kremlin de utilizar su poder energético para intimidar a sus vecinos, tanto en acuerdos petroleros como gasíferos con Bielorrusia o Ucrania.
Rusia, el mayor productor de petróleo y gas del mundo, asegura que simplemente está adecuándose gradualmente a las condiciones del mercado después de subvencionar durante años a sus vecinos con precios energéticos económicos.
Druzhba, uno de los mayores oleoductos del mundo por extensión y capacidad, lleva suministros a grandes refinerías en Alemania que cubren cerca del 15 por ciento de las necesidades de crudo del país, mientras que Polonia depende de Druzhba para más de tres cuartos de su consumo.
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