Este artículo se publicó hace 15 años.
Berlusconi: "Todos los edificios oficiales están destruidos"
El premier italiano se desplazó a la zona de L'Aquila rtras el terremoto para evaluar los daños
El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, decidió desplazarse a la ciudad de L'Aquila tras recibir las primeras noticias del seísmo. Allí se reunió con el ministro de Interior, Roberto Maroni, así como con las autoridades de la región de los Abruzos.
En su primera rueda de prensa, Berlusconi, tan sólo se atrevió a hablar de 50 muertos, pese a que horas antes, el propio Maroni habló ante los medios de más de 70. "No queremos avanzar un número de muertos hasta que haya una confirmación oficial. Las tareas de rescate continúan y por la tarde ya podremos dar una cifra exacta".
Berlusconi, que llegó a L'Aquila en helicóptero, pudo comprobar desde el cielo la dimensión de la tragedia. n"He podido sobrevolar L'Aquila en helicóptero hace un rato y es cierto que la mayoría de los edificios están destruidos. El centro es completamente inaccesible". Il cavaliere confirmó además que todos los edificios oficiales se han derrumbado y que además hubo un incendio en los tribunales.
El primer ministro italiano hizo un llamamiento a la gente para que saliera de las casas. "Nadie debe quedarse en sus casas porque puede haber réplicas". También explicó que las personas que se han quedado sin hogar tendrán a su disposición varios albergues con 4.000 camas y que además se está "instalando 2.000 tiendas de campaña". Según él, está previsto que en las próximas horas habrá "entre 16.000 y 20.000 camas disponibles".
Las infraestructuras sufrieron daños severos por culpa del terremoto y ha sido obligatorio "cortar todo el suministro del gas", dijo el mandatario, quien avisó de que el servicio de telefonía móvil ha sido reestablecido y que hay agua corriente a disposición de la población.
La rápidez, cuestionadaMientras los medios italianos afirmaron que el hospital de L'Aquila estaba completamente saturado y hacían llamamientos a la población para donar sangre, Vittorio Perfetto, periodista de Il Centro que vivía en el centro histórico de la ciudad, dijo al canal Rai Due que las "víctimas son más de 50. Lo he perdido todo, estamos vivos de milagro".
El periodista, como varios testigos, criticó la lentitud de los servicios de emergencia y dijo que la población no sabía lo que hacer. "Escuchamos la primera ambulancia dos horas más tarde y aún a las seis y media de la mañana nadie sabía qué hacer ni dónde ir. En mi edificio hay dos personas muertas bajo los escombros".
El ministro de Interior, Roberto Maroni, salió al paso de esas declaraciones diciendo que ha sido imposible "actuar más rápido". La lluvia que cae en la zona entorpece las labores de rescate. Berlusconi dijo que hay un dispositivo récord en la zona o dirigiéndose a ella. "Puedo decir, además, que no hay nadie solo en L'Aquila y que todos los servicios de rescate están atendiendo en la medida de sus posibilidades a los ciudadanos".Por otra parte, el primer ministro expresó su gratitudcon el servicio de emergencias del hospital de la ciudad y explicó que se ha montado un hospital de campaña en los alrededores para dar cobertura a los heridos.
En cuanto a las labores de rescate, Berlusconi incidió en que no se están empleando excavadoras "porque la experiencia nos dice que esto puede poner en peligro a las personas que todavía están bajo los escombros".
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