Este artículo se publicó hace 15 años.
Berger traza en Roma una delgada línea de amistad y amor entre hombres
El cineasta argentino Marco Berger presentó hoy dentro de la competición oficial del IV Festival Internacional de Cine de Roma su filme "Plan B", una ópera prima en la que el joven director aborda la delgada línea que puede trazarse entre la amistad y el amor entre dos hombres.
La cinta, la única argentina que compite por el Marco Aurelio de Oro y uno de los cuatro filmes con producción iberoamericana en la sección oficial del certamen, plantea un complicado triángulo amoroso en el que la división entre lo heterosexual y homosexual termina diluyéndose para llegar a un romántico final.
El protagonista, Bruno, caerá en su propia trampa al terminar enamorándose del actual novio de su ex novia, al que se acercó en un principio para ser su amigo e intentar minar la relación desde dentro y así poder recuperarla, una complicada trama en clave de comedia que pretende demostrar que con el amor no se juega.
"La película habla sobre el amor. Habla sobre que en el momento en el que uno se quiere meter a jugar con el amor, que parece simple, se da cuenta de que no es algo tan simple. Y es por eso que ese plan se le va de las manos al protagonista", afirmó hoy Berger en la rueda de prensa de presentación de la película en Roma.
El cineasta, cuyo corto "El reloj" fue seleccionado en 2008 para el Festival de Cannes, explicó que su primer largometraje pretende ser una comedia al principio, para jugar a atrapar al espectador, y después convertirse en una complicada historia de aceptación personal, la de dos hombres heterosexuales que se enamoran.
En este sentido, la infancia juega un papel muy importante en el filme, pues Berger juega a situar la incipiente relación de amistad entre los dos protagonistas, Bruno y Pablo, en un terreno infantil, donde el nuevo "yo" que deben asumir los personajes pueda comenzar sin prejuicios ni tabúes.
"Esto tiene que ver con la renovación, con romper con un montón de prejuicios. La única forma real que encuentra la historia en un principio es bajar a la infancia, donde la amistad es otra cosa, pero obviamente desde un lugar adulto", apuntó el director.
"La historia de ambos empieza de nuevo desde una especie de vacío. El personaje se vacía frente a la vida como en la infancia", añadió.
La intención del argentino era llegar a un mayor público posible, por eso da al público unos tiempos más largos de aceptación de la historia de la película, donde los silencios buscan la reflexión del espectador y el propio análisis de lo que está sucediendo.
"Hay algo que tiene que ver con mi sexualidad. A mí me gustan los varones y la película hace un reflejo de lo que significa eso, sobre todo, en un contexto social en el que es difícil", comentó Berger.
"Un montón de diálogos y situaciones que pasan en la película -agregó- tienen que ver con gente de mi alrededor. Toda esa parte lúdica, cómica, tiene que ver con mis amigos".
Y con esa comedia y esos silencios reflexivos y casi "digestivos", "Plan B" muestra una relación homosexual lejos de todo tipo de estereotipos, fraguada entre dos hombres, en un principio, heterosexuales, que quiere llegar también a ese sector de la población que no se mueve en los ambientes llamados "gay-friendly".
"Es una película que en el fondo está pensada para el público. Es muy popular, aunque tenga una mirada que no sea muy popular en sí. El cine popular es como mucho más rápido y la película tiene una forma algo más cuidada en la estética y la forma de llevarla adelante", incidió Berger.
"La película explica que una relación entre dos varones no es tan grave. Esa mirada quiere llegar a un público más popular. Los edificios ayudan a que el espectador haga un proceso mental. Quien me critica esos planos es gente muy entendida del tema, que tiene amigos gays, pero la persona que viene de otra cultura y educación lo agradece, porque la película se cocina a fuego lento", agregó.
Y en este sentido, el filme, rodado en diez días y que se espera que se estrene en Argentina el año que viene, tiene un carácter casi divulgativo sobre la cuestión de la homosexualidad, cuando aún este asunto, según el director, no es aceptado en todos los ámbitos.
"A mí, cuando me dicen que está todo bien con la homosexualidad ahora, me parece que no es así. Está todo bien en un ambiente culto, pero detrás hay un mundo enorme, que es lo que muestro", afirmó Berger.
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