El director general del Bayern Múnich, Uli Hoeness, advirtió hoy al Real Madrid que algún día su política de fichajes multimillonarios como el de Cristiano Ronaldo tendrá un amargo despertar y verá cómo le embargan hasta el estadio.

'El Real va a tener problemas cuando un ejecutor judicial se presente a cerrarle el estadio porque no puede pagar sus deudas. Tanto va el cántaro a la fuente que al fin se rompe', pronosticó el directivo del Bayern, en el programa de televisión Audi-Star-Talk.

En el trasfondo de estas declaraciones está el malestar bávaro por los tanteos madridistas por fichar a su internacional francés Franck Ribéry, al que el Bayern Múnich oficialmente no está dispuesto a traspasar a ningún precio, salvo que se supere lo pagado por Ronaldo.

'El Real nunca nos ha ofrecido dinero. Les hemos dicho que sólo tienen que subirse a un avión hacia Múnich si vienen con un cheque de tres dígitos. Al parecer no lo tienen, por lo tanto se han quedado en Madrid', afirma el directivo.

El largo tira y afloja entre el Bayern y el Real por Ribéry ha salpicado incluso la convivencia entre el 'kaiser' del club bávaro, Franz Beckenbauer, y el resto de su cúpula, empezando por el presidente Karl-Heinz Rummenigge.

Beckenbauer ha reprochado a Ribéry estar coqueteando con el club español y no concentrarse en su trabajo en el Bayern, mientras que Rummenigge y Hoeness defienden al jugador y echan las culpas de la situación al Madrid.

El 'kaiser' dejó entrever esta semana que dejará marchar a Ribéry si alguien está dispuesto a pagar los 94 millones de euros que se pagaron por Ronaldo.

'Por qué tiene el Bayern que regalar a Ribéry? Queremos sacar lo que dé de si el mercado. Y si Cristiano Ronaldo vale 94 millones de euros, Ribéry tiene un valor similar, porque Ribéry, Ronaldo, Messi y quizás Kaká son los mejores jugadores de Europa', argumentó.

Rummenigge, en cambio, amenazó en una reciente entrevista al club con demandarlo ante la FIFA si insistía en fichar al francés.

'El Real Madrid lleva semanas violando los estatutos de la FIFA, pues nosotros nunca dimos nuestro consentimiento para que hablaran con Franck o con sus agentes', aseguró Rummenigge.