Este artículo se publicó hace 13 años.
Batasuna rechaza "abiertamente" la violencia de ETA
Rufi Etxeberria e Iñigo Iruin presentan los estatutos del nuevo partido, que apuesta por una "ruptura" con el pasado en una estrategia de "no retorno"
La izquierda abertzale rechaza en los estatutos de su nuevo partido el uso de la violencia para el logro de objetivos políticos y manifiesta además que ese "rechazo" incluye "abiertamente y sin ambages a la organización ETA, en cuanto sujeto activo de conductas que vulneran derechos y libertades fundamentales de las personas".
Esta declaración de principios forma parte de los estatutos que la izquierda abertzale presentará mañana en Madrid ante el Registro de Partidos para recuperar la legalidad y concurrir a las elecciones municipales y forales del País Vasco y Navarra en mayo. Hoy mismo anunciará en Bilbao el nombre de la nueva formación.
La nueva Batasuna rechaza la violencia de ETA "en todas sus manifestaciones"
El distanciamiento definitivo de la violencia de ETA por parte de la antigua Batasuna es fruto del profundo debate interno entre su militancia. Esta postura se sustenta, en concreto, en la resolución política Zutik Euskal Herria (Euskal Herria en pie), aprobada hace justo un año por sus bases a favor de seguir vías "exclusivamente políticas y democráticas". Desde entonces, la izquierda abertzale ha ido dando pasos para clarificar su postura, socializar esta nueva estrategia y, a la vez, mantener su cohesión interna.
Los estatutos del nuevo partido recién anunciados, con un rechazo inequívoco a la violencia de ETA, representan un punto de inflexión en la trayectoria mantenida por la izquierda abertzale durante más de 30 años y, por ello, tienen la potencialidad de marcar también un antes y un después en la historia de Euskadi tras casi medio siglo de violencia.
300 invitados al actoRufi Etxeberria: "No hay escapismos literarios, sino un paso de no retorno"
Rufi Etxeberria, la persona que ha liderado el proceso interno desde el encarcelamiento de Arnaldo Otegi, en octubre de 2009, y el abogado Iñigo Iruin fueron ayer los encargados de exponer los principios del nuevo proyecto político ante cerca de 300 invitados, entre los que había representantes del PNV, Aralar, EA, EB y Alternatiba. A la cita, organizada por la red social Lokarri, tampoco faltaron miembros de la izquierda abertzale que están en libertad provisional y que no se han dejado ver en actos públicos tras su salida de prisión, como es el caso de Rafa Díez Usabiaga, Joseba Permach, Joseba Álvarez, Pernando Barrena o Juan José Petrikorena. Su presencia en el acto representa una muestra de su apoyo.
Etxeberria tomó primero la palabra para explicar el alcance de los nuevos estatutos y asegurar que esta apuesta de la izquierda abertzale por las "vías exclusivamente políticas y democráticas" es "firme", de "no retorno", sin "escapismos literarios" y "no sujeta" a "variables tácticas o factores coyunturales". "La izquierda abertzale rechaza y se opone al uso de la violencia, o la amenaza de su utilización, para el logro de objetivos políticos, y eso incluye la violencia de ETA, si la hubiera, en cualquiera de sus manifestaciones", dijo, para luego agregar: "El proyecto político de la izquierda abertzale ni justifica ni ampara el uso de la violencia, cualquiera que sea el origen o naturaleza de la misma. En consecuencia, rechaza el uso de cualquier tipo de violencia, coacción o connivencia política u organizativa con organizaciones que la utilicen para obtener fines y objetivos políticos".
El líder en este proceso interno de la antigua Batasuna también quiso enviar un mensaje al Gobierno para advertirle de que no presentarán mañana estos estatutos en Madrid como "un regate en corto" para burlar la Ley de Partidos, sino que su propósito es dar un "paso coherente" para avanzar hacia la paz y un escenario de normalización política. "Una actitud que también reclamamos y exigimos al Gobierno español", añadió.
Los estatutos del partido se presentarán mañana en Interior
Etxeberria aseguró en ese sentido que una de las "referencias" del nuevo partido será impulsar un proceso de diálogo para lograr la paz sobre la asunción de los Principios Mitchell, los mismos que sustentaron el proceso de paz en Irlanda del Norte. "No hay proceso de diálogo y negociación sin un escenario de ausencia de violencia", explicitó.
Cabe recordar que esta declaración y la presentación del nuevo proyecto político abertzale se produce después de que ETA anunciase el pasado 10 de enero un "alto el fuego general, permanente y verificable", como le había reclamado la antigua Batasuna.
El abogado Iñigo Iruin, que ha participado en la elaboración de los estatutos, explicó que para su redacción han seguido no sólo las exigencias de la Ley de Partidos, sino también los criterios jurisprudenciales establecidos por el Tribunal Supremo y el Tribunal Constitucional desde 2003. Según recordó, su jurisprudencia también "reconoce el derecho" de la izquierda abertzale a crear un nuevo partido bajo unas "exigencias y requerimientos ineludibles". "La toma de postura frente a la violencia de ETA se ha convertido así en un problema constituyente para la izquierda abertzale que ha de resolver para adquirir personalidad jurídica. Y lo hace", explicó, antes de leer parte de los estatutos.
PNV, Aralar, EA, EB y Alternatiba asistieron al acto de presentación
El capítulo preliminar establece que el nuevo partido supone la "ruptura con los modelos organizativos" del pasado y, por lo tanto, "con los vínculos de dependencia a que aquellos daban lugar". "Se trata con ello de impedir su instrumentalización por organizaciones que practiquen la violencia o partidos políticos que fueron ilegalizados", dice.
El artículo 3 de los estatutos profundiza sobre esa idea al señalar que "el nuevo partido se opondrá a cualquier subordinación, condicionamiento o tutela externas que pretendan convertirla en organización vicarial de quienes practiquen la violencia". Y agrega: "No se trata de la reconstitución o refundación de organizaciones ilegalizadas, sino de materializar una nítida separación y una indubitada ruptura respecto a ellas".
Iñigo Iruin remarcó que los estatutos contemplan una serie de mecanismos para garantizar que la actuación del partido va a seguir en el futuro las pautas marcadas al margen de la violencia. Y, en concreto, explicó que esa "garantía" está recogida en dos artículos, uno relativo al régimen disciplinario y el otro a la aprobación de listas electorales. El primero determina que serán expulsados de la formación los militantes que infrinjan el artículo 9 de la Ley de Partidos, mientras que el segundo exige a los candidatos en futuras elecciones que asuman las "bases ideológicas" citadas del capítulo preliminar y del artículo 3.
A la espera de conocer la redacción de los estatutos del nuevo partido en toda su literalidad, el Gobierno mantiene su intención de remitir a la Fiscalía General del Estado la solicitud de inscripción en el registro con la idea de que, finalmente, el caso sea resuelto por el Tribunal Supremo.
La izquierda abertzale, por su parte, piensa continuar con la socialización del nuevo partido para lograr su legalización. Además de la manifestación prevista para el día 19 en Bilbao y la presentación de nuevas adhesiones al Acuerdo de Gernika el día 26, próximamente se presentará también el Grupo de Contacto Internacional impulsado por el abogado surafricano y facilitador de un proceso de paz Brian Currin. La labor del grupo se centrará en impulsar la legalización de la nueva formación abertzale, así como el fomento de "un estado de opinión pública" a favor de un proceso de paz.
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