Miquel Barceló se ve en la actualidad como uno de esos gorilas solitarios que aparecen en algunos de sus cuadros, con los que cubrirá los espacios del Pabellón Español en la próxima Bienal de Venecia.

Una veintena de pinturas, la mayoría de ellas de gran formato e inéditas, y un grupo de cerámicas formarán, desde el 7 de junio hasta el 22 de noviembre, la presencia española en Venecia con obras en las que se ofrece una visión del trabajo de Barceló durante los últimos diez años, con especial atención a su obra más reciente.

Satisfecho con el resultado del catálogo, el artista ha comentado durante la presentación del Pabellón que el libro se ha hecho como un alfabeto que comienza con la letra "A" de África "y acaba con la "C" de Celeste, que era la discoteca de Barcelona a la que íbamos a emborracharnos en los años setenta".

Con ello, Barceló ha querido poner orden a un catálogo que no quería fuera usual ya que cada vez desconfía más "de esta reproducción del arte. Quería algo más cercano a la poesía" para mostrar su participación en Venecia en un Pabellón que será de los pocos "en los que solo se vea pintura".

En esta participación destacan muchas obras creadas hace apenas unos meses, tras finalizar la gigantesca bóveda de la sede de la ONU en Ginebra. "Aunque todo es obra reciente pues mi obra se va retro-alimentando cada vez más. No tengo problema en poner pinturas de hace diez años con otras recientes. Siempre funcionan".

Barceló ha reconocido que la espectacular bóveda de la ONU, que suscitó una polémica que para el artista es exclusivamente política "y mi obra se encontraba en medio", ha dividido su obra "en inmediatamente anterior a la cúpula e inmediatamente posterior a ella".

Durante la realización de esta, Barceló colocó diferentes lienzos en el suelo, que fueron cubriéndose arbitrariamente por el goteo que se desprendía del techo, y utilizó después estos lienzos como fondos, para pintar sobre ellos.

En el recorrido por el Pabellón Español, del que es comisario Enrique Juncosa, se exhibirán una serie de pinturas de gorilas solitarios, que son en alguna medida autorretratos que reflejan la soledad del artista, quien ha recordado que mientras que antes se identificaba con animales más fieros, "ahora soy más bien un gorila sentado mirando en un taller, en el que todo está haciéndose y todo está sin terminar".

Otro de los espacios estará dedicado a los nuevos paisajes africanos que se relacionan con algunos trabajos de mediados de los 90 y representan figuras humanas, animales domésticos, objetos y vegetación, así como la vida alrededor del río Níger, con pescadores y canoas.

El tercer grupo de obras son pinturas en blanco y negro "llevados al extremo de la monocromía", en las que Barceló ha utilizado papel de periódico. "En la época de Braque y Picasso representaba la modernidad absoluta y ahora es todo lo contrario, es un objeto casi del pasado. El papel de periódico como material ha sido algo muy importante en el siglo XX y yo sigo utilizándolo".

Barceló ha hecho referencia a la soledad organizativa de sus obras, que refleja "mi situación como artista en una esquina, como un animal quieto, en una especie de mancha multicolor incontrolable.

En este recorrido no faltan las pinturas dedicadas al mar, "pero al mar como metáfora de pintura, como algo que cambia, con pinturas de gran materialidad", que contrasta entre la casi liquida hasta la geológica.

El Pabellón albergará también una serie de cerámicas "que pueden parecerse a la performance "Paso Doble", que Barceló representará durante los cuatro primeros días de la Bienal y que luego podrá verse en una película. "La cerámica para mi es otra forma de pintar distinta. Sigo trabajando en grandes cerámicas y tal vez Paso Doble sea el apoteosis de mi trabajo".

El artista mallorquín ha querido aprovechar su presencia en Venecia para presentar una pequeña selección de trabajos del artista y escritor francés Francois Augiéras (1925-1971). "Es casi como un invitado personal mío, aunque esté muerto".

El recorrido finaliza con una sala de lectura con libros de autores con los que Barceló ha colaborado desde el comienzo de su carrera. "Hay sobre todo libros de poesía. La literatura siempre ha sido algo muy importante en mi vida y en mi trabajo. Me alimento de muchas cosas, pero sobre todo de la poesía. Es muy importante para mi".