Este artículo se publicó hace 14 años.
Barajas ensaya un gran accidente radiactivo
El simulacro implicó a siete países europeos y tres ministerios
Siete países europeos, el Ministerio de Fomento, la Unidad Militar de Emergencias, la Policía Nacional, la Guardia Civil, el SAMUR, el Consejo de Seguridad Nuclear y, por supuesto, Protección Civil. Todos coordinados para dar respuesta a una espeluznante tragedia en el aeropuerto de Madrid-Barajas, en el que un avión de pasajeros se sale de la pista de aterrizaje y choca contra un edificio del aeródromo, liberando material radiactivo que se almacenaba en su interior.
Sucedió en Madrid, pero afortunadamente no fue más que un simulacro que sirvió para mostrar "cómo Europa sirve a sus ciudadanos", en palabras de la delegada del Gobierno en Madrid, Amparo Valcarce, en referencia a la intervención de expertos de países vecinos para minimizar los daños del incidente. La delegada era uno de los miembros del comité de crisis que se constituyó poco después de comenzar la tragedia. Todo era de mentira, pero las autoridades se esforzaron por hacerlo lo más real posible, para que fuera verdaderamente útil.
Una dramatización muy seria"¡Mi hijo sigue dentro!", se escuchó gritar a una mujer, uno de los 70 pasajeros que pudieron bajar del avión accidentado por su propio pie. Los demás han quedado atrapados. Instantes antes habían llegado al lugar del siniestro los bomberos del aeropuerto, apenas dos minutos después de que la aeronave B727-200, con 132 personas a bordo, impactara contra un almacén de carga.
Había fallado el tren de aterrizaje. El golpe destroza la delantera del avión y provoca un incendio que afecta no sólo a la cabina, sino también al propio edificio. Cuando los bomberos tratan de contener el fuego, y de evacuar a los pasajeros, uno de los trabajadores del almacén da la voz de alerta: se han liberado materiales potencialmente radiactivos.
"Posteriormente se trabaja con los refuerzos europeos, que fundamentalmente son un apoyo técnico"
Esta inesperada emergencia es lo que pondrá en guardia al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), que se encargará a partir de ese momento de establecer las normas a proceder, coordinando a los equipos de intervención para este tipo de riesgos. "Lo ponemos todo para prevenir y evitar que haya que actuar", afirmó la directora general de Protección Civil y Emergencias, quien aseguró que "nunca se dará un accidente de este tipo", en referencia a los esfuerzos de prevención que se realizan.
"Posteriormente se trabaja con los refuerzos europeos, que fundamentalmente son un apoyo técnico", añadió Gallego, que calculó en una hora y media el tiempo de respuesta de los países europeos ante una emergencia de este nivel. El simulacro se realizó en el marco de la presidencia española del Consejo de la UE, que realiza una operación similar semestralmente en cada país.
La Guardia Civil y la Policía Nacional aseguraron el perímetro de 40 metros en torno al edificio que determinó el CSN. Mientras los bomberos seguían evacuando víctimas, y el SAMUR las atendía, los especialistas en emergencias radiológicas entraban al almacén para aislar la fuente radiactiva.
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