Este artículo se publicó hace 15 años.
Bancos y autoridades políticas difieren por las nuevas reglas
Grandes bancos advirtieron el martes de que ajustar muy pronto las reglas de capital puede frenar la recuperación económica, pero políticos dijeron que el sector no puede volver a depender de los contribuyentes en el futuro.
Las autoridades están elaborando borradores de reglas que forzarán a los bancos a mantener más capital, reduciendo la necesidad de los rescates gubernamentales como los que se vieron durante la crisis crediticia.
Los banqueros dijeron que las nuevas normas, cuya punta de lanza es el grupo de 20 grandes economías (G-20), necesitaban de una mayor coordinación para evitar remiendos en el futuro.
"Nuevamente hay un verdadero peligro de que el impacto acumulado de políticas doctrinarias tenga efectos perversos y no deseados sobre la economía y la sociedad en general", dijo Stephen Green, presidente de HSBC, el mayor banco de Europa.
"Una mejora acumulativa de los ratios de capital en la etapa incorrecta del ciclo económico podría retirar fácilmente crédito de la economía y causar un nuevo agotamiento crediticio. Esto, en consecuencia, interrumpirá y demorará a una frágil recuperación económica", dijo Green.
Los bancos, a pesar del enfado público por las primas a los ejecutivos y los grandes rescates que han aplastado las finanzas estatales, parecen más dispuestos a cuestionar las nuevas reglas que afecten la rentabilidad.
Las críticas surgen pese a que el G-20 aseguró que la mayoría de los nuevos requisitos no entrarán en vigor hasta finales de 2012, lo que deja un margen para que la recuperación económica se consolide.
"Ahora es tiempo de actuar; de asegurar que las entidades financieras no pueden volver a tomar como rehén el bienestar económico de la gente, que no estuvo involucrada en las decisiones de negocios irresponsables de esas instituciones", dijo el martes Juergen Stark, miembro ejecutivo del directorio del Banco Central Europeo (BCE).
Los actores del mercado todavía tienen que cambiar significativamente su conducta, dijo Stark, quien rechazó la idea de un rescate bancario público-privado planteada por Josef Ackermann, presidente del mayor banco de Alemania, Deutsche Bank.
"No debemos sumar más incentivos para los riegos morales mediante la creación de un 'fondo de emergencia' para bancos, ya sea financiado o cofinanciado por dinero de los contribuyentes", opinó Stark.
Grandes bancos como HSBC se enfrentan una catarata de cambios, que van desde un mayor y mejor capital estructural hasta nuevos límites al apalancamiento y posibles cargos extraordinarios a la liquidez y capital por tamaño y alcance geográfico.
El gobierno británico revelará el miércoles planes para una nueva ley integral que limitirá las primas a los ejecutivos bancarios, reforzará el cumplimiento de las normas financieras y facilitará que los inversores se unan para buscar compensaciones.
"Limitar o penalizar el tamaño de las entidades con más requisitos de capital regulatorio, no soluciona el problema", dijo el presidente de Santander, Emilio Botin.
Los banqueros dicen que no todos los países están entonando el mismo himno regulatorio, pese a los esfuerzos de coordinación desde el G-20.
"Corremos el riesgo de que al abordar tantos asuntos complicados progresemos lentamente en todos. Yo priorizaría el capital y la liquidez", dijo Peter Sands, consejero delegado de Standard Chartered a Financial Times.
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