El asesino confeso acude al juzgado para ser notificado de la fianza

El asesino confeso de Marta del Castillo ha sido trasladado hoy al juzgado que investiga el caso para ser notificado de la fianza de 240.000 euros impuesta a los cuatro acusados para hacer frente a la futura indemnización a la familia de la víctima.

Fuentes del caso han informado a Efe de que Miguel C.D. ha sido trasladado al juzgado de instrucción 4 de Sevilla a las 10 de la mañana desde la cárcel de Morón de la Frontera (Sevilla) donde está internado desde febrero pasado.

El juez ha impuesto dicha fianza de forma solidaria al autor confeso de la muerte, Miguel C.D., a su amigo Samuel B.P., a su hermano mayor Francisco Javier D.M. y a la novia de éste último, María G.M.

Samuel será trasladado desde la cárcel de Huelva el próximo martes, mientras que María G.M. ha sido citada mañana, han añadido las fuentes.

Un quinto imputado que presuntamente participó en la violación y homicidio de Marta es menor de edad y la causa contra él se tramita de forma separada en el Juzgado de Menores.

El juez ha dado a los imputados cinco días de plazo, desde la notificación, para que ofrezcan los bienes de que dispongan para hacer frente a dicha responsabilidad y el juez decidirá si los considera suficientes.

En el caso de Francisco Javier, que se encuentra en libertad desde el pasado 20 de mayo, el juez le ha requerido el pago y fuentes de su defensa han informado a Efe de que posiblemente aportará como aval el piso de su propiedad situado en la calle León XIII de Sevilla donde se produjo el asesinato de Marta, el pasado 24 de enero.

Una vez que el juez decida si dicho aval es suficiente pasará a estudiar la petición del abogado de los padres de Marta, que ha solicitado que se investigue un posible delito de ocultación de patrimonio por parte de Francisco Javier, pues un mes después de ser encarcelado disolvió el régimen de gananciales con su esposa y vendió un garaje que poseían.

La fianza tiene por objeto hacer frente a las futuras indemnizaciones que puedan acordarse en juicio para los padres, hermanas y abuelos de Marta por el daño moral causado.