Este artículo se publicó hace 17 años.
Arqueólogos encuentran en el fondo del lago Ohrid armas del Imperio otomano
Los buzos arqueólogos que sondean el lago Ohrid, han encontrado y sacado de su fondo más de 130 trabucos y fusiles de los siglos XVII y XVIII, época en que el territorio de la actual Macedonia formaba parte del Imperio otomano.
Se trata de la mayor cantidad de armas viejas jamás encontradas por arqueólogos subacuáticos en ese pequeño país del sureste de Europa.
Macedonia cayó bajo la dominación otomana a finales del siglo XIV, después de ser durante mil años parte del reino de Bizancio, y los otomanos permanecieron en la zona hasta 1912.
Durante más de cinco siglos, la ciudad de Ohrid, en el suroeste macedonio, fue el centro regional del Ejército otomano, que desde allí controlaba la carretera que unía el mar Adriático, a través del amplio llano de Pelagonija, en Macedonia, con el puerto de Salónica, en el Egeo, al norte de la actual Grecia.
Desde la antigüedad hasta hoy, Ohrid ha sido el centro espiritual y cultural de Macedonia. En los tiempos antiguos, como ciudad de Lihnidos, albergaba varios templos paganos, para convertirse luego en un gran centro del cristianismo ortodoxo, que aún ahora tiene 365 iglesias.
Por la importancia que suponía, el ejército turco disponía en Ohrid de numerosas tropas y guardaba grandes cantidades de armas, cuyos ejemplares, tirados al lago, halló por casualidad el año pasado un buzo local aficionado, Bobi Gorichan.
"Pisé un trabuco cuando con aletas quería rebotar del fondo", contó Gorichan a Efe.
A partir de entonces, miembros del club local de buzos prepararon el proyecto de sacar las armas y se pusieron a trabajar.
"Hoy hemos sacado 16 ejemplares de pistolas y fusiles. No hemos podido más ya que el fondo está opaco por el viento", declaró a Efe con cansancio Milan Sekuloski, jefe del proyecto, saliendo del lago junto con otros cinco buzos después de una hora y media de indagaciones.
Este día, un fuerte viento helado, llegado desde Europa central y del este, levantó altas olas en el lago Ohrid, considerado el más viejo del continente, que guarda unas 200 especies endémicas de la flora y la fauna.
"El arenoso fondo está cubierto de hierba, de unos dos palmos de de alto, que parece una alfombra verde. Las armas están debajo de la arena, y hay que hallarlas con la mano. No están a una gran profundidad, están a unos ocho metros debajo de la superficie", explicó Sekuloski, mientras observaba con atención los objetos sacados hace un rato.
En un edificio de estilo arquitectónico tradicional, a la orilla del lago, está situado el museo histórico de Ohrid, y en una habitación vasta, de suelo de madera, se encuentran expuestas para secarse los trabucos y arcabuces hoy extraídos.
Al lado, se hallan los ejemplares sacados en los días pasados, algunas de las armas llevan bellos ornamentos incrustados aunque en otras las partes de madera aparecen bastante dañadas y necesitarán conservación.
Son de varios tipos, producidos en antiguas fábricas en Macedonia, Serbia e Italia.
Uno de los fusiles encontrados, de tipo "Daljanka", es un ejemplo arqueológico singular en Macedonia, y en el museo de Ohrid aseguran que hay sólo uno más, que se guarda en Belgrado, en la vecina Serbia: se trata de un mosquete de 2,80 metros de largo, que los soldados otomanos instalaban en las murallas de la vieja fortaleza de Ohrid, que todavía hoy domina la ciudad.
El historiador y jefe del proyecto, Nikola Celakoski, cuenta a Efe que los turcos tiraban armas al agua por diferentes razones.
"Por un lado, porque las cambiaban por otros modelos nuevos. Se trata, además, de parte de las armas que confiscaron durante la rebelión de Ilinden contra el Imperio otomano, en 1903", indica.
Las labores para sacar las armas del fondo del lago comenzaron el pasado día 3 de noviembre.
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