Argentina resucita, Brasil se mantiene y España y Puerto Rico dan un paso atrás

Argentina fue la gran beneficiada de la sexta jornada de la Copa del Mundo de voleibol, al ganar a Puerto Rico un partido en el que murió al perder los dos primeros sets y resucitó para vencer; mientras que Brasil sigue su marcha impasible y España dio un nuevo paso atrás al perder contra Rusia.

Puerto Rico con un juego continuo y un gran compromiso defensivo se apuntó las dos primeras mangas y quizá el único falló que cometió fue dar a Argentina por muerta antes de tiempo.

Los argentinos salieron en el tercer set con renovados bríos y muy pronto se adelantaron en el marcador (10-4). Puerto Rico, seguro de sus posibilidades, desecho la idea de remar contracorriente y tiró el set a la espera de una nueva oportunidad.

Pero Argentina ya no fue la misma, había vuelto y Puerto Rico tampoco lo fue. Ángel Pérez, el colocador boricua, se lesionó en el primer set en un tobillo y volvió al final del tercero para ayudar a su equipo, pero el juego ya no fue el mismo, y los resultados tampoco.

Argentina se llevó la victoria, "una doble alegría" según Marcos Milinkovic, ya que en las tres últimas ocasiones en que ambos equipos se había enfrentado siempre había ganado Puerto Rico.

Brasil, en Okayama y ante Australia, se limitó a mantener el estado físico de sus jugadores y a no tener demasiado desgaste, el justo para mantener la maquinaria engrasada y para mantener el nivel de juego alcanzado. Australia nunca fue un rival serio para los campeones del mundo y olímpicos.

Rusia se vengó de la derrota que sufrió en Muscú, hace poco más de dos meses en la final del campeonato de Europa, y asoló a España en un partido, en el que con el saque como principal arma, apenas duró una hora.

El primer punto del partido fue para Rusia, en un bloqueo que cazó a Guillermo Falasca, pero España se recuperó y fue dominando en el marcador por escaso margen (9-5), hasta que un fallo en el saque de Miguel Ángel Falasca propició el empate a 15 y dos saques directos posteriores de Semen Poltavskiy dieron la primera ventaja a Rusia.

Los rusos, como los lobos, olieron la sangre y ya no abandonaron a su presa hasta que Poltavskiy, una auténtica pesadilla durante todo el partido, con dos nuevos puntos de saque cerró el primer parcial en 21-25.

La misma historia puede contarse en la segunda manga, con un marcador más o menos igualado hasta que Poltavskiy cogió el servicio y consiguió un parcial de 0-5 para su equipo, dejando el camino expedito para la victoria.

Rusia lejos de reservar fuerzas o hacer algún cambio siguió con los titulares en pista y celebrando cada punto como si fuera el definitivo. Tenían cuentas que saldar y disfrutaron con cada golpe, con cada bloqueo, con cada servicio directo.

España nada pudo hacer ante Rusia, aunque lo poco que se vio es que siguen los problemas en el saque y con ellos todos los demás asociados, el poco control del balón, los malos ataques y la poca efectividad en el bloqueo.