Este artículo se publicó hace 13 años.
Apple tiembla ante la nueva baja médica de Steve Jobs
El consejero delegado entrega sine díe las riendas de la firma
Un anuncio medido con escuadra y cartabón. Eso es lo que hizo ayer Apple. Con Wall Street cerrado en memoria de Martin Luther King y a un día de la presentación de unos probablemente muy buenos resultados de su primer trimestre fiscal (se conocerán hoy al cierre de EEUU), la compañía de Cupertino se atrevió a hacer público que su consejero delegado, Steve Jobs, vuelve a irse de baja por enfermedad por segunda vez en dos años.
Lo hizo a través de una carta escrita por Jobs a sus empleados, colgada en la página web de la compañía, en la que explica: "El consejo de administración de Apple ha aceptado mi ausencia por baja médica para que pueda centrarme en mi salud". Las precauciones no bastaron para evitar que las acciones de Apple que cotizan en Fráncfort se desplomaran un 7,89%.
Le sustituye Cook, adalid de la recuperación en la anterior baja
A sus 55 años, Jobs no es un líder cualquiera. Es el que sacó a Apple del coma y la convirtió en un icono de masas dispuestas a pagar marca con tal de llevar encima un iPod, un iPhone o un iPad, dispositivos que han creado una suerte de fanatismo tecnológico que ha incrementado el número de usuarios de los otrora elitistas ordenadores Macintosh. Jobs es quien ha llevado a la compañía a valer un 32,6% más que Microsoft en bolsa y a superar a esta en ingresos. Y el que provocó que el árbitro bursátil de EEUU (la SEC) pidiese aclaraciones a Apple a principios de 2009 para saber si estaba informando correctamente sobre el estado de salud de su consejero delegado.
La SEC considera el asunto un hecho relevante y su opinión queda refrendada por el efecto en bolsa de los altibajos en la salud de Jobs. Desde que empezó a intuirse la existencia de algún problema en junio de 2008, cuando Jobs apareció en público llamativamente delgado, hasta que se anunció a mediados de enero de 2009 que cogía una baja de seis meses para tratarse unos problemas de salud más graves de lo esperado, la acción de Apple pasó de estar en el entorno de los 175 dólares a cotizar por debajo de 90.
A Jobs le habían detectado un cáncer maligno de páncreas en 2004, y la incertidumbre sobre un relevo forzoso al frente de Apple unida a unas bolsas castigadas por la crisis habían causado una fuerte mella en la cotización.
Con Wall Street cerrado, Apple se deja en la Bolsa de Fráncfort un 7,89%
Pero Apple se recuperó. Tim Cook, director general de operaciones, cogió las riendas de la firma y, cuando Apple estuvo en condiciones de anunciar la vuelta de Jobs (29 de junio de 2009), la acción ya cotizaba por encima de los 142 dólares.
Cook vuelve a ser la esperanza de Apple, que hoy vale 348 dólares por acción. "He pedido a Tim Cook que se responsabilice del día a día de Apple".
Y la despedida, esta vez sin fecha: "Amo a Apple tanto que espero estar de vuelta tan pronto como pueda. Mientras tanto, mi familia y yo agradeceríamos profundamente que se respete nuestra privacidad".
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