Este artículo se publicó hace 16 años.
Annan intenta desbloquear las negociaciones en la crisis de Kenia
El ex secretario general de la ONU y mediador en la crisis de Kenia, Kofi Annan, se reunió hoy con el presidente Mwai Kibaki y con el líder de la oposición, Raila Odinga, para intentar superar el estancamiento de sus negociaciones.
La decepción era palpable en los pasillos del hotel de Nairobi donde se celebran las conversaciones entre el Gobierno y el Movimiento Democrático Naranja (ODM), para resolver el conflicto que mantiene dividido al país desde el anuncio de los resultados de las elecciones generales del pasado 27 de diciembre.
El viernes, Annan pidió a los equipos que representan al gobierno y al ODM que regresaran hoy a la mesa de negociaciones con un acuerdo firmado por Kibaki y Odinga.
La sesión comenzó a las 9.00 hora local (6.00 GMT), pero tres horas más tarde ambas partes abandonaron el hotel. Visiblemente de mal humor, el dirigente del ODM William Ruto declaró a EFE que "no se había alcanzado ningún acuerdo".
Los habituales negociadores de la oposición no regresaron al hotel por la tarde, pero sí lo hizo Odinga, que acudió allí para entrevistarse personalmente con Annan.
"Hemos realizado progresos considerables", dijo a Efe Nasser Ega-Musa, portavoz de Naciones Unidas. "El problema es que no se ponen de acuerdo sobre el reparto de poderes", agregó.
Mientras la oposición exige la creación de un cargo de Primer ministro con poder ejecutivo y el reparto equitativo de todas las carteras ministeriales, el gobierno quiere limitar sus funciones y pide que el primer ministro dependa exclusivamente del presidente.
Por otra parte, el gobierno ha ofrecido diez de los treinta ministerios a la oposición, casi todos ellos de escasa importancia, según el periódico "The Nation".
Después de reunirse con Odinga, Annan se dirigió al despacho presidencial para hacer lo mismo con Kibaki, en el marco de las gestiones para intentar reabrir canales de negociación que están estancados.
Tanto el mediador como la oposición son conscientes de la impaciencia de la población, que sigue esperando la resolución de una crisis que dura ya ocho semanas.
Además, el miércoles se agotará el plazo establecido por el ODM para que el Parlamento vote una reforma constitucional que fue diseñada hace dos semanas en las conversaciones entre las dos partes.
De no producirse esa votación, la oposición ha amenazado con convocar masivas manifestaciones pacíficas por todo el país.
Pero el Parlamento está cerrado hasta marzo y tan sólo el presidente Kibaki tiene autoridad para ordenar la celebración de una sesión extraordinaria.
La crisis desatada por la victoria de Kibaki en los últimos comicios y denunciada como fraudulenta por la oposición, provocó un estallido de violencia étnica por todo el país y, sobre todo en las regiones occidentales, que se ha cobrado la vida de más un millar de personas y ha desplazado a más de 400.000.
Kofi Annan aterrizó en Nairobi el 29 de enero y, por el momento y pese a las declaraciones positivas por parte de su entorno, no se han registrado cambios considerables en las posturas de unos y otros a la hora de alcanzar un consenso.
"El ODM está aceptando una serie de compromisos pero el gobierno no cede en ningún punto relevante", confesó a Efe un miembro del entorno de Annan.
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