Este artículo se publicó hace 13 años.
El alcalde de Poyales aviva el enfrentamiento
Dice que "la fosa común es bastante más distinguida que la tumba"
El alcalde de Poyales del Hoyo (Ávila), Antonio Cerro, ve "lógica" la reacción de los vecinos en su enfrentamiento con asociaciones de defensa de la Memoria Histórica que se manifestaban el pasado domingo en la plaza del pueblo contra el traslado de los restos de nueve represaliados del régimen franquista a una fosa común .
En una carta dirigida a sus vecinos, el regidor, del Partido Popular, entiende que los ciudadanos del pueblo se llevaran una "sorpresa" cuando "vieron a unos forasteros desconocidos del pueblo en un semicírculo portando una pancarta que decía Somos los nietos de los obreros que no pudisteis matar". El político entiende la pancarta como "un insulto a una masa del pueblo por parte de unos forasteros, más alguno del pueblo".
Escribe a los vecinos para defender la destrucción del sepulcro
En la misiva, el alcalde de Poyales del Hoyo rechaza que las "discrepancias políticas" hayan propiciado el traslado de los restos de los nueve represaliados y lamenta que esta decisión pueda entenderse como una "ofensa a la víctimas" de la Guerra Civil, ya que no era esa la intención del cambio de ubicación.
Dicho traslado, según Antonio Cerro, "se ha hecho en todo momento con la previa autorización del ayuntamiento y el consentimiento de los familiares" y aclara que él "no tenía la menor intención" de realizarlo. Si lo llevó a cabo, añade, fue "a instancias de familiares de las víctimas", aunque a continuación precisa que fue un sólo familiar quien había mostrado "su desacuerdo con la inclusión en la tumba donde reposaban los restos de su abuela de los de otros siete fusilados exhumados en 2010 en la Cuesta del Avión, en Poyales".
Este familiar, según asegura el alcalde, pidió el traslado del cuerpo de su abuela a un nicho de su propiedad, lo que se comunicó al resto de los familiares de los asesinados. Esta versión no encaja con la realidad porque cinco de los enterrados bajo la tumba ni siquiera tuvieron descendencia. Además, Yash Paul Gosain, bisnieto de la fusilada Pilar Espinosa, asegura que dio su negativa de palaara a la jueza de paz, apenas dos días antes de la apertura de la tumba.
Acusa a las asociaciones de la Memoria de buscar el "escándalo"
Aún así, el alcalde insiste en su versión y defiende que al abrir la tumba "se pudo comprobar el mal estado en el que se encontraba", por lo que "hubo que trasladar los restos a la fosa común, en todos los casos previa solicitud de los familiares", asegura en la carta que ha dirigido a sus vecinos.
"En un lugar preferente"El alcalde asegura que "la fosa común es bastante más distinguida que la tumba de la discordia" y "está en terreno seco y en un lugar preferente, en la misma entrada del cementerio, visible desde fuera". Tras estos hechos, según el alcalde, se reunió el 6 de julio con miembros de la Asociación de Víctimas de la Guerra Civil, que según él le trasladaron la necesidad de que manifestara su "voluntad de reintegrar los cuerpos a la fosa originaria cuando se haya arreglado" y así poder desconvocar la manifestación del domingo. Sin embargo, tras citarles para firmar la comunicación, estos "no se presentaron" a la hora prevista y él tuvo que marcharse a Madrid.
"El primer teniente de alcalde y los concejales me confirmaron mis sospechas primeras, que las asociaciones habían determinado montar el escándalo y que, con nota o sin nota, habrían buscado algún otro pretexto para no estar de acuerdo", afirma Cerro. El alcalde hace un llamamiento para "recuperar la concordia, trabajando por la unión entre todos y olvidando estas divisiones que nos hacen retroceder".
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