Este artículo se publicó hace 13 años.
El alcalde de la democracia más pura
En Arakaldo, a 18 kilómetros de Bilbao, mandan los vecinos
Arakaldo ha simbolizado desde 1995 en Vizcaya la máxima expresión de la democracia. Los vecinos podían acudir a los plenos para votar cuantos temas se trataban, mientras que su alcalde y único miembro de la corporación, Víctor Egia (PNV), asumía la decisión popular. Sólo se imponía su voto particular en caso de empate entre los ciudadanos.
Este sistema democrático en su esencia más pura, conocido como concejo municipal, ha estado vigente en Arakaldo las últimas cuatro legislaturas por una razón: no alcanzaba los cien habitantes. Las cosas, sin embargo, han cambiado últimamente en este municipio rural, situado a orillas del río Nervión y a sólo 18 kilómetros de Bilbao.
Su nuevo censo, de 130 personas, permitirá al pueblo estrenar gobierno y oposición
Arakaldo aún es la localidad menos poblada de Vizcaya, pero ya ha superado esa barrera del centenar de vecinos tiene 130 gracias a una modificación de sus normas subsidiarias que permitió construir nuevas viviendas. Y su nuevo censo le da ya derecho a elegir en estas elecciones a cinco concejales para constituir su corporación municipal con gobierno y oposición.
Víctor Egia, que ha dirigido este pueblo como alcalde en solitario desde 1999 y que se presenta a la reelección, está encantado con la próxima llegada de nuevos ediles.
"Hasta ahora debía asumir sólo el impulso de las iniciativas que, en muchos casos, me trasladaban los vecinos. Ahora se podrá repartir mejor el trabajo", cuenta, tras señalar que el sistema del concejo municipal también tiene sus imperfecciones: "Convocaba los plenos, pero al final tampoco acudían todos los vecinos, sino quienes podían estar interesados en los temas. Una vez, después de varios meses trabajando en un proyecto, tres vecinos, los únicos que fueron al pleno porque les afectaba, me lo echaron abajo. Si hubieran estado todos los vecinos para votar El concejo municipal puede entenderse como la democracia perfecta, pero también tiene sus imperfecciones".
Cuatro partidosLa incógnita ahora radica en qué partidos conformarán la nueva corporación municipal en esta localidad donde el nacionalismo vasco tiene un fuerte arraigo. Como prueba, los resultados de hace cuatro años. Con un censo de 94 personas, votaron 64: 45 al PNV y las otras 19 a ANV, ya ilegalizada. El tercer partido entonces en liza, el PP, no tuvo ni un solo voto. El próximo 22-M, además del PNV y del PP, concurrirán Bildu y el PSE.
Arakaldo aún conserva una especificidad. Al no llegar a los 250 habitantes, cuenta Víctor Egia, sus vecinos votan a listas abiertas y no a un partido. En la práctica, esto significa que sus habitantes pueden respaldar por ejemplo a dos candidatos del PNV, a otro del PSE y a otro de Bildu. Es otra ventaja de ser un pueblo pequeño.
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