Este artículo se publicó hace 16 años.
El ADN del violador canario se cotejará con otros 100
El acusado tenía el rostro oculto para no viciar las rondas de reconocimiento
Las muestras de ADN del detenido el pasado sábado en Las Palmas se compararán con las más de 100 que se conservan en el Instituto Anatómico Forense de esta ciudad y con las existentes en el Toxicológico de Tenerife, para averiguar si tiene relación con otras violaciones ocurridas en los últimos cinco años.
Así lo explicaron ayer en rueda de prensa la delegada del Gobierno en Canarias, Carolina Darias; la jefa superior de Policía, Concepción de Vega, y el comisario provincial, Ignacio Bádenas. También confirmaron que el detenido, M.R., de 47 años, es responsable de siete agresiones sexuales. Su ADN coincide con las muestras recogidas y por el reconocimiento que han hecho las víctimas.
Por el momento, aún no han descartado ninguna vía de investigación ni ninguna hipótesis, por lo que se mantiene en pie la posible relación con Sara Morales o con Yeremi Vargas.
Dos años de búsquedaLa investigación comenzó hace dos años cuando se detectaron semejanzas entre varias agresiones sexuales cometidas en la isla. En algunos de estos casos, se obtuvieron muestras de ADN que coincidían y la Policía empezó a vislumbrar un mismo perfil: el de un agresor muy violento que usaba una furgoneta blanca. Algunas víctimas ayudaron a realizar un retrato robot que fue coincidente en varios de los casos.
La Policía Judicial inició entonces la construcción de un "puzzle en el que iban encajando las diferentes pruebas", explicó Bádenas, "contando incluso con la colaboración de la INTERPOL porque una de las víctimas era alemana".
Con todos estos datos, la Policía identificó al sujeto y lo sometió a vigilancia, "aunque él ya debía de tener algún temor porque llevaba un año sin usar la furgoneta y sin permitir que nadie de su familia la usara", señaló la jefa superior, "aunque el día de su detención la iba conduciendo". La detención se llevó a cabo el pasado sábado y la policía científica llevó a cabo la inspección ocular técnico policial del domicilio y de los vehículos.
"El trabajo que nos queda es muy arduo", explicó Concepción de Vega, "porque ahora tenemos que cotejar las muestras de ADN del detenido con las registradas. En los casos en que no se han consumado, pretendemos que las víctimas lo puedan reconocer en ruedas de reconocimiento". Por ello, el detenido ha comparecido ante el juez con un casco de moto, unas gafas de sol y una manta que le cubría la ropa. Se trataba de, "proteger el procedimiento y que no resulte viciado", explicó.
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