Este artículo se publicó hace 17 años.
Abstención y fraude, factores dominantes en los comicios locales y regionales de hoy
Dieciocho millones de argelinos están llamados a votar hoy en unos comicios locales y regionales donde, a juicio de la oposición, la abstención y el fraude serán los factores dominantes pese a las promesas de transparencia del Gobierno.
La finalidad de estas elecciones es renovar los consejos de las 1.541 alcaldías y las asambleas de las 48 provincias del país, a los que optan 120.213 y 20.209 candidatos, respectivamente, en representación de 23 partidos y varias listas independientes.
En los anteriores comicios celebrados en octubre de 2002 el partido más votado fue el conservador Frente de Liberación Nacional (FLN), que se hizo con el control de 668 municipios y 43 asambleas provinciales, una victoria masiva que podría repetirse ahora según los vaticinios de la prensa.
En aquellos comicios la abstención se elevó al 49,89 por ciento de los inscritos, mientras que en esta ocasión los pronósticos apuntan a por lo menos un 60 por ciento, como ocurrió en las legislativas que tuvieron lugar en mayo pasado (64,33 por ciento).
Si los argelinos no parecen interesados en acudir a las urnas, como pudo verificarse durante la timorata campaña electoral, ello se debe a que consideran mayoritariamente que el escrutinio va a ser tachado de irregular, dado que la victoria del FLN ha sido cantada de antemano.
En el fondo, como ocurre también en la vecina Túnez, el electorado argelino no cree en la virtud de las urnas porque estima que desde que el país obtuvo la independencia en 1962, todas las consultas electorales fueron "cocinadas" en las trastiendas del poder político.
La única excepción a esa regla que reconocen los analistas fueron las municipales celebradas en junio de 1990 que dieron la victoria al hoy proscrito Frente Islámico de Salvación (FIS) en detrimento del FLN.
El FIS quedó oficialmente marginado y sus dirigentes, como el radical imam Alí Benhach, han proclamado que "de nada sirve votar bajo un sistema corrupto" al que responsabiliza de su descalabro político.
El reverso de la medalla lo dio el hecho de que ninguna formación política apeló a la abstención, contrariamente a lo que sucedió en 2002 cuando la población de la Cabilia boicoteó los comicios al llamado del Frente de las Fuerzas Socialistas (FFS) y del Agrupamiento para la Cultura y la Democracia (RCD),
Estos dos partidos, representativos de esa región del norte del país, decidieron esta vez participar en los comicios aunque temen que el escrutinio se verá falseado para beneficiar al FLN, cuyo presidente de honor es el propio jefe del Estado, Abdelaziz Buteflika.
Incluso el sector de la sociedad que sostiene al Gobierno advirtió, a través del diario gubernamental "El Mudhajid", que los candidatos "tienen que darse cuenta de que, en caso de victoria, han de cumplir todo lo que prometieron durante la campaña".
"Los ciudadanos ya no creen en nada. Los ediles y consejeros tienen la reputación de tramposos que sólo piensan en sus intereses particulares", se atreve a decir significativamente este órgano del Gobierno, lo que da idea del contexto en que van a celebrarse los comicios.
Las encuestas hechas en las barriadas populares de la capital argelina auguran una alta abstención, que la propia Administración reconoce y argumenta que "lo que ocurre es que en Argelia no existe la cultura de las urnas".
Algunos diarios, como "El Khabar", el de mayor tirada del país, ni siquiera han tratado las elecciones en sus portadas y se han limitado a breves reseñas de muy pocas líneas en el interior de sus páginas para salir del paso.
La prensa, en su mayoría, destaca que estas elecciones no van a poner fin a la miseria de una gran parte de la población, en un país que dispone actualmente de 100.000 millones de dólares de reservas gracias a los altos precios del petróleo.
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