Este artículo se publicó hace 12 años.
El abad de Montserrat rechaza Eurovegas porque puede fomentar la prostitución
El religioso dice que el beneficio económico no justifica un espacio donde se favorezca la ludopatía y el consumo de drogas. "¿Queremos que Cataluña se convierta en un centro mundial del juego?", se pregunta
El abad de Montserrat, Josep M. Soler, se ha mostrado contrario al complejo de juego Eurovegas porque su creación podría traer consigo el fomento de la prostitución, la ludopatía y el consumo de drogas.
En una declaración escrita hecha pública hoy, Soler añade que la sociedad no puede exponerse "a estilos de vida y convivencia que van en contra de los valores que, no sin dificultades, procuramos comunicar a las nuevas generaciones, como el trabajo abnegado, el esfuerzo para obtener resultados positivos, el amor a la tierra, el respeto a la persona, la solidaridad o la creatividad artística y empresarial".
El "precio humano" que comportaría la creación del complejo de juego Eurovegas, ha asegurado, "no se puede superponer a ningún hipotético beneficio económico", ya que podría traer consigo el fomento de la prostitución, la ludopatía y el consumo de drogas.
Las palabras del Abad de Montserrat, un cargo eclesial que tradicionalmente ha tenido un gran ascendente en la sociedad catalana, llegan días antes de que el magnate norteamericano Sheldon Adelson tome una decisión sobre la ubicación de este complejo, por el que compiten Barcelona y Madrid, y que ha generado un fuerte debate entre defensores y detractores. Adelson está siendo investigado por la Justicia estadounidense en varios frentes.
"No podemos favorecer prácticas que lleven a la degradación de la dignidad de las personas o las que aboquen a agredir su salud corporal y psicológica", añade el Abad. El religioso señala que es bien sabido que el mundo del juego es "vidrioso" y que suele tener aparejado el fomento de la ludopatía, la difusión de las drogas, la presencia de la prostitución e incluso el tráfico de personas.
En este sentido, Soler indica que la "única salida sostenible" a la crisis se conseguirá generando una nueva cultura fundamentada "en un humanismo que vuelva a dar a la sociedad los valores que han sostenido y han hecho progresar la dignidad de las personas y la convivencia verdaderamente democrática".
El abad, que ha realizado esta "valoración moral" tras conocer las posturas de los especialistas tanto en temas económicos, como sociales o medioambientales, insiste en que no cree que estos valores se encuentren reflejados en proyectos como Eurovegas, y reconoce que no le extraña las "suspicacias" que el complejo ha generado en determinados sectores, incluida la Iglesia.
"Todo se resume en estas preguntas: ¿queremos que Cataluña sea un centro mundial del juego? ¿A qué precio? ¿La posible creación de unos puestos de trabajo asegura la transparencia ética de todo lo que comporta", se cuestiona el religioso.
Soler subraya que el Evangelio "enseña cuáles son los caminos y los medios para un auténtico desarrollo humano" y que "aportarlos a la reflexión pública es una manera de servir a la sociedad y contribuir a dinamizarla en bien de los ciudadanos y de una economía centrada en la persona humana y su desarrollo armónico". También desde el ámbito de la Iglesia, el pasado 20 de junio, el obispado de Sant Feliu de Llobregat (Barcelona) hizo público su rechazo a este proyecto y llamó a no dejarse "deslumbrar por resplandores que acaban siendo espejismos vacíos".
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