Este artículo se publicó hace 14 años.
Unas 50.000 personas podrían haber muerto en el seísmo de Haití
La cifra de fallecidos en el catastrófico terremoto que sacudió Haití podría ascender a decenas de miles, informó el presidente del país el miércoles, un día después de que el temblor demoliera escuelas, hospitales, barrios humildes y hasta el palacio presidencial.
Al ser consultado por un periodista de la cadena CNN sobre la cifra de fallecidos, Preval dijo "no lo sé", antes de agregar que "hasta ahora escuché 50.000 (...) 30.000".
Pero el líder no dio a conocer la fuente de esas estimaciones.
Algunos haitianos vagaban aturdidos por las calles destrozadas, o trataban de rescatar a personas atrapadas bajo los escombros. La Cruz Roja del país dijo estar abrumada.
El cuartel general de las Naciones Unidas, un edificio de cinco pisos, fue una de las construcciones que se derrumbaron por el seísmo de magnitud 7,0, el peor en Haití en más de un siglo.
Catorce cadáveres fueron rescatados de entre los escombros de la sede de Naciones Unidas, y más de 100 estaban desaparecidos, según un portavoz.
"El número de fallecidos y heridos será extremadamente alto", dijo a periodistas el jefe de la misión de pacificación de la ONU Alain Le Roy.
Había confusión sobre el sino del jefe de la misión de la ONU en Haití, Hedi Annabi. El presidente haitiano dijo que estaba entre los fallecidos, pero un portavoz de la ONU no pudo confirmarlo.
El presidente René Preval indicó que los daños en la capital, Puerto Príncipe, eran "inimaginables" y describió cómo había caminado sobre cadáveres y oído los gritos de personas atrapadas entre los escombros del Parlamento.
"Hay muchas escuelas que tienen mucha gente muerta dentro", dijo Preval al diario Miami Herald.
"Todos los hospitales están repletos de personas. Es una catástrofe", añadió.
El palacio presidencial estaba en ruinas, con sus cúpulas derrumbadas tras el colapso de las paredes. Preval y su esposa no estaban dentro en el momento del seísmo.
El epicentro se situó a sólo 16 kilómetros de la capital y a relativamente poca profundidad, lo que aumentó la devastación para los cuatro millones de personas que viven en la ciudad y sus alrededores.
MUERTOS BRASILEÑOS
Brasil, que lidera un contingente de fuerzas de paz de la ONU en Haití, informó de al menos 11 soldados muertos, pero dijo que había muchos desaparecidos y que la cifra de fallecidos podría dispararse a medida que hubiera más información.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, dijo sentirse consternado.
"Que Dios dé consuelo a todos en este momento doloroso", añadió.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, prometió un "firme apoyo" a Haití y ordenó la entrega de ayuda rápida y de forma coordinada a la empobrecida nación.
"Estamos comenzando precisamente ahora a evaluar la extensión de la devastación, pero las informaciones y las imágenes que estamos viendo de los hospitales colapsados, los hogares destruidos y las mujeres trasladando a sus vecinos heridos son realmente desgarradoras", dijo Obama.
El Ejército de Estados Unidos dijo que estaba enviando a Haití un equipo de evaluación de daños y un avión P3 estaba realizando vuelos de reconocimiento.
LENTA AYUDA
Haití, la nación más pobre del hemisferio occidental, no está equipada para responder a un desastre de esta magnitud.
Las organizaciones de ayuda humanitaria activaron sus planes de emergencia y buscan la forma de hacer llegar refuerzos y ayuda a la nación.
Muchos grupos humanitarios concentraron sus operaciones en la vecina República Dominicana, que comparte con Haití la isla de La Española.
También el Papa Benedicto XVI movilizó a la enorme red de ayuda humanitaria de la Iglesia Católica.
"Apelo a la generosidad de todos para que estos hermanos y hermanas que atraviesan momentos de necesidad y dolor reciban nuestra solidaridad concreta y ayuda efectiva de la comunidad internacional", dijo durante su audiencia semanal.
La ONU dispuso de un fondo de emergencia de 10 millones de dólares, la Unión Europea tres millones de euros y el Banco Interamericano de Desarrollo ofreció 200.000 dólares en ayuda de emergencia.
Colombia, Cuba y Francia, entre otros países, dijeron que enviarían equipos de rescate, socorristas y medicinas.
España enviará tres aviones con ayuda humanitaria y personal de emergencia.
Supervivientes cubiertos en sangre y aturdidos se reunían en lugares al aire libre, mientras los cadáveres yacían entre los escombros.
"Toda la ciudad está a oscuras. Hay miles de personas sentadas en las calles sin lugar a donde ir", dijo Rachmani Domersant, gerente de operaciones de la ONG Food for the Poor.
"La gente está intentando escavar y sacar a las víctimas utilizando linternas", añadió.
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