Este artículo se publicó hace 16 años.
1-0. El Barça se abona al resultadismo para aferrarse a la Liga
El nuevo Barcelona de Frank Rijkaard, el que ha traicionado su estilo para abonarse al resultadismo más efectivo, sigue aferrado a la Liga tras vencer hoy por la mínima al Racing de Santander (1-0), en otro mal partido ofensivo del conjunto azulgrana.
Este Barça, cuyo nivel de competitividad crece al mismo ritmo que disminuye su fútbol atractivo, volvió a aburrir a la parroquia del Camp Nou, sufrió lo suyo para conseguir la victoria y acabó, una vez más, pidiendo la hora.
Sin embargo, el equipo azulgrana suma y sigue vivo en todas las competiciones, aunque hoy pareció sumido, desde el primer minuto, en el desánimo que supone el mazazo moral de comprobar que el líder no cede terreno, ni siquiera en las jornadas más propicias para ello, como la de hoy, en la que el Real Madrid afrontaba una complicada visita al Vicente Calderón.
Lento, perezoso, ausente e impreciso, al Barça le costó un mundo abandonar la zona defensiva con el balón jugado en la primera mitad. Buena culpa de todo ello la tuvo el Racing, un equipo serio, sólido y solidario, que salió a presionar muy arriba -algo poco habitual en los rivales que visitan el Camp Nou- desde el inicio de partido.
Y eso que Marcelino alineó, pensando en la Copa, un once inédito con varios jugadores acostumbrados a la suplencia. El técnico del Racing dejó en el banquillo a Colsa y Garay, ausencias destacadas que añadir a la de Munitis y Smolarek, los delanteros titulares del conjunto cántabro que no viajaron por lesión. Los visitantes perdieron pegada y creatividad pero la imagen de equipo trabajado y trabajador, sin embargo, no se resintió.
Después de unos primeros veinte minutos en los que la defensa azulgrana, que no Valdés, pasó algunos agobios atrás, y la línea de creación ni si quiera existió, el Barça empezó a despertar de su letargo, y lo hizo desde la omnipresencia de Iniesta, la bulliciosa aparición -más efectista que efectiva- de Giovani por banda derecha y el oficio de Henry para buscarse la vida entre una nube de defensas.
Bojan avisó en un cabezazo que se marchó fuera por poco tras conectar una falta botada por Sylvinho, y Henry inauguró el marcador (1-0) a la media hora de juego al rematar también de cabeza un mal despeje de César Navas en el área pequeña.
Pero el Barça sólo mejoraría sensiblemente hasta llegar al descanso. Enredado en la tela de araña cántabra, los de Rijkaard jugaban más a lo ancho que a lo largo del campo, lo que acabó por desesperar al público del Camp Nou, que reprobó esta falta de verticalidad, velocidad y ambición con los primeros pitos de la noche.
Cierto es que el Racing destruyó mucho más que creó, pero su fútbol intenso, liderado por el carácter de Duscher, le valió para sembrar algo de incertidumbre a la zaga rival -con un par de internadas de Serrano por banda izquierda- y mantener al equipo azulgrana alejado de la línea de tres cuartos, donde los equipos empieza a hacer daño a las defensas contrarias.
En el descanso, Marcelino quitó a uno de sus dos puntas, Iván Bolado, y pobló aún más de efectivos el centro del campo con Pablo Álvarez, pensando que para amenazar a la portería defendida por Valdés no le hacían falta más delanteros natos sino hombres que llegaran desde la segunda línea.
La fórmula dio resultado al técnico del Rácing. Jorge López a punto estuvo de sorprender al meta catalán de un zapatazo desde la frontal poco después de la reanudación, y Deco lo emuló en la jugada siguiente con un disparo seco que se marchó rozando el poste derecho de la portería de Coltorti.
El partido se fue desperezando poco a poco. Serrano, con la puntera, obligó a intervenir por primera vez a Valdés y el equipo revelación de la Liga -con permiso del Espanyol- empezó a creer más que nunca que podría lograr el empate.
El ambicioso propósito Racing se desvaneció por momentos, cuando Rijkaard sentó a Giovani y metió a Messi. La entrada del 'crack' argentino, que reaparecía un mes después de caer lesionado en Mestalla, despertó a la afición local y enchufó al Barça en el partido.
'La Pulga' se echó a la espalda al equipo, monopolizó las acciones ofensivas en los últimos 25 minutos e intentó embarcar a sus compañeros de ataque en la aventura de sentenciar el choque por la vía rápida. Pero sólo fue un espejismo.
La refrescante presencia de Messi duró lo que el Racing tardó en regresar al partido y el conjunto cántabro lo volvió a intentar en los últimos minutos. César Navas tuvo la última ocasión con un cabezazo en el tiempo añadido, pero el balón salió desviado y el Barça se llevó, una vez más, los tres puntos.
1 - Barcelona: Valdés; Zambrotta, Milito, Puyol, Sylvinho (Abidal, min.83), Iniesta, Deco, Gudjohnsen (Márquez, min.58), Giovani (Messi, min.66), Henry y Bojan.
0 - Racing de Santander: Coltorti; Sergio Sánchez, Oriol, César Navas, Luis Fernández, Jorge López, Duscher, Jordi Felpeto, Serrano (Colsa, min.62), Tchité (Pinillos, min.76) e Iván Bolado (Pablo Álvarez, min.46).
Goles: 1-0: Henry, min.31.
Árbitro: Medina Cantalejo (Colegio Andaluz). Mostró cartulina amarilla a Luis Fernández (min.23), Jordi Felpeto (min.48) y Deco (min.85).
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