Hacer pruebas cutáneas previas permite vacunar frente al Covid a personas con alergias graves

Muchos profesionales sanitarios con antececedentes de anafilaxia por alergia a medicamentos o alimentos, con asma grave, urticaria o angioedema grave, entre otras reacciones alérgicas, quedaron apartados de la vacunación iniciada hace dos meses entre los que están en primera línea frente al SARScov2. Y ahí empezó el estudio del Hospital Gregorio Marazón, de Madrid, que ha permitido vacunar a más de 300 sanitarios con alergias graves. El protocolo para lograrlo empieza con una prueba cutánea que testa la sensibilidad a las vacunas RNA mensajero que se administran al personal sanitario y a los mayores de 80 años. Si las pruebas son negativas, se pone la vacuna. El protocolo se aplica también a sanitarios que, sin tener antecedentes, han reaccionado con manifestaciones cutáneas a la primera dosis. Es la primera vez en el mundo que se presentan conclusiones sobre las ventajas de hacer estudios alergológicos antes de vacunar.

-Redacción-