Libres las domingas: las mujeres dicen adiós al sujetador
Cada vez es más común ver a mujeres sin sujetador. Que se marquen los pezones o se vea la forma natural del pecho deja de ser un problema porque el sostén ya no es imprescindible.
Helena Celma
Los sujetadores llevan acompañando a las mujeres desde hace siglos, aproximadamente desde finales del siglo XIX. Su objetivo era reemplazar al corsé como medio para sujetar los pechos ante su caída natural. Desde ahí, los sostenes han estado siempre ligados a la idea de la feminidad y han perdurado hasta la actualidad. Sin embargo, en los últimos tiempos hay una tendencia instalada entre muchas mujeres que deciden ir sin sujetador, sea como forma de liberación o simplemente porque no les apetece tener sus ‘domingas’ apretadas bajo este trozo de tela.
En el siglo pasado ya hubo una revuelta contra los sujetadores. Fue el 7 de septiembre de 1968 en Estados Unidos, cuando un grupo de féminas se manifestaron a favor de la liberación femenina en el marco de la elección de Miss América en New Jersey. Las protestantes, que en su gran mayoría eran mujeres de mediana edad y amas de casa, hicieron un piquete en los exteriores del malecón del Atlantic City, en New Jersey, y comenzaron a tirar a un cubo de basura diferentes elementos que consideraban de “tortura”, como fajas, rulos, zapatos de tacón alto, pestañas postizas y sujetadores, entre muchos otros. A raíz de esta protesta se popularizó la leyenda de que habían quemado los sostenes, pero realmente no llegó a tanto.
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Por lo tanto, el hecho de dejar atrás el uso de esta prenda se ha relacionado siempre con el feminismo. No fue hasta la década de los 90 que empezó a verse de forma más recurrente, cuando ciertas ‘celebrities’ y modelos iniciaron el camino de ir con las domingas sueltas, a pesar de que, a día de hoy, es mucho más común. Rigoberta Bandini, que le hizo prácticamente una oda a las tetas en Ay Mamá, Rihanna, Zendaya o Amaia, entre muchas otras, son algunas de las famosas que ya se han sumado a esta moda.
Sin embargo, el confinamiento fue un gran punto de inflexión para muchas mujeres que decidieron dejar atrás esta prenda. En las redes sociales se popularizó el movimiento #nobrachallenge, que incitaba a dejar de llevar sujetador a todas las personas que tuvieran pechos. En un directo de Instagram, la actriz Gillian Anderson, reconocida por series como Sex Education, explicó a sus seguidores que ella ya había dado el paso: “Ya no llevo sujetador. Lo siento, no importa si me llegan al ombligo, ya no lo llevo. Es muy muy incómodo”.
Las protestas cambian con el tiempo. Ya no es necesario ir al centro de una plaza y tirar los sujetadores, ahora la lucha se traslada a las redes sociales, donde se sitúa el centro de la vida de muchas personas.
Sostén y feminidad, una unión molesta
El hecho de ir sin sujetador no sería un problema si no fuera porque es una arma arrojadiza contra las mujeres. Aquellas que se atreven a dar el paso son criticadas porque están dejando de lado un elemento intrínsecamente unido a la mujer. Otro ejemplo similar a este es el hecho de la depilación: aquellas féminas que han decidido no depilarse son atacadas por ser “malas mujeres”.
Aquellos atributos relacionados con la mujer y a los que se renuncia acaban siendo un elemento de ataque contra las personas con un pensamiento menos evolucionado, porque no llevar sujetador ni dejar de depilarse comporta ser menos mujer.
Críticas a mujeres famosas
Ante una práctica cada vez más común entre las mujeres, no han faltado las críticas a aquellas que se han atrevido a ir sin sujetador frente a las cámaras. Ione Belarra, la ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030 y secretaria general de Podemos, recibió un linchamiento en las redes sociale por acudir a un acto de su partido sin sujetador en febrero.
Bertrand Ndongo, militante de Vox, adjuntó una instantánea de ella junto a Irene Montero, la ministra de Igualdad, donde se intuían los pezones al no llevar sujetador, junto al mensaje “¿En serio?”.
Belarre no se quedó atrás y le contestó que “la obligación de llevar sujetador está escrito en el mismo código de honor que mantener relaciones sexuales si te fuiste a casa con él”, y pidió que se dejara de “avergonzar a las mujeres”.
Pablo Iglesias, antiguo líder de la formación morada, también dio su opinión al respecto y comparó dicha foto con una de Santiago Abascal, el secretario general de Vox, en la que también se le marcaban los pezones. “Adivina cuáles son los pezones que ofenden el sentido del decoro de los fachas”, ironizaba.
Otra de las mujeres que más sufrieron el acoso por redes sociales debido a sus pechos fue Anna Pacheco. La periodista fue a dar una charla sobre feminismo, igualdad y género en Operación Triunfo 2020 con motivo del Día Internacional de la Mujer y el debate en redes sociales se centró en su físico. En concreto, los usuarios se cuestionaban si llevaba esta prenda bajo su top, como si el contenido de su exposición no diese para mucho más que esta especulación.
Un año después de esta intervención en el talent estrella de la televisión pública, durante la que atacó de forma frontal a partidos como Vox y Ciudadanos, seguían haciendo alusión a la forma de sus pechos en Twitter y la escritora decidió despacharse con un artículo.
“La próxima vez que me llamen para hablar sobre feminismo lo haré sin tetas y sin ideología, no os preocupéis”, comentó de forma irónica en sus redes sociales. Pacheco recibió el apoyo de líderes feministas como Ada Colau, la exalcaldesa de Barcelona. “¡Al contrario! Queremos más, queremos dos tazas”, comentaba la política de Barcelona en Comú.
‘Free the Nipple’
Sin duda, uno de los movimientos que más repercusión ha tenido en las redes sociales ha sido el Free the Nipple, o ‘libera los pezones’ por su traducción. Instagram es una de las redes que más críticas ha recibido por ello, ya que cada vez que se veía algún pezón en alguna foto, acababa siendo retirada por censura. Lo peor es que cuando un chico subía una foto sin camiseta donde se le veían los pezones, la censura no aparecía por ningún lado, y eso sirvió de cizaña para avivar el fuego de la protesta.
Muchas famosas se sumaron a este movimiento. Por ejemplo, Florence Pugh lució un vestido rosa cuya transparencia permitía ver sin problemas sus pezones. Como no podía ser de otra forma, las críticas no tardaron en llegar.
Más allá de la controversia que entrañaba este vestido, la actriz se quejó de las críticas recibidas, mayormente por el sector masculino. "No es la primera vez y ciertamente no será la última que una mujer escuche lo que está mal en su cuerpo descrito por una multitud de extraños. Lo que es preocupante es lo vulgares que pueden ser algunos hombres", comentaba.
Otras famosas que también dieron el paso de mostrar sus pezones fueron Rihanna, Miley Cyrus, Kylie Jenner o Chiara Ferragni, entre muchas otras.
Afortunadamente, las cosas están a punto de cambiar y el fin de la censura de los pezones en Instagram y Facebook está más cerca, ya que las redes sociales del grupo Meta anunciaron que harían cambios en su política de contenidos para que se dejara de sancionar a los usuarios que publicaban fotos de pezones de mujeres. Cada revolución acaba teniendo su recompensa.