Carla Quílez, con 13 años y sin ser actriz profesional se metió en la piel de una madre adolescente

Carla Quílez es la actriz que interpreta a la protagonista de La Maternal, el segundo largometraje de Pilar Palomero tras consolidarse como directora con Las Niñas (2020). Esta joven de 14 años cursa tercero de la ESO y asegura que el baile es su vida, pero ahora el cine es su otra gran pasión. Solo tiene palabras de agradecimiento hacia Palomero por haberle dado la oportunidad de descubrir que tiene potencial para dedicarse a la interpretación.

Quílez ha recibido la Concha de Plata en la categoría de Mejor Interpretación en el pasado Festival de San Sebastián y la cinta de La Maternal está entre las nominadas a mejor película y mejor dirección en los próximos premios Goya. Sin embargo, la joven no tiene opción de optar a este galardón en la categoría de actriz revelación porque desde 2011 la Academia de Cine impuso los 16 años -ella tiene 14- como edad mínima para llevarse el cabezón. Anteriormente, en 1997, Andoni Erburu, un niño de 10 años ganó el Goya por Secretos del corazón y a Juan José Ballesta se lo dieron en 2001 cuando tenía 12 años por su mítico personaje en El Bola. A esta misma edad se le otorgó el premio a Nerea Camacho por Camino en 2009 y las últimas personas menores de 16 años en hacerse con un Goya fueron Francesc Colomer y Marina Comas en 2011 por Pa Negre.

El personaje de Quílez en La Maternal es Carla, una adolescente que vive de manera humilde con su madre, interpretada por la actriz Ángela Cervantes, ambas están inmersas en una relación tóxica. Carla se queda embarazada y llega a un centro de acogida para madres adolescentes donde la acompañan durante el embarazo y posteriormente, una vez da a luz, le ayudan a cuidar de su bebé. También, le sirve para conocer y hacer vínculo con otras compañeras están en su misma situación.

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¿Cómo conseguiste el papel protagonista en ‘La Maternal’?

Me descubrieron por Instagram. Yo tenía una cuenta donde subía coreografías porque el baile es lo que a mi me llena y es mi vida. El equipo de casting de la película vio uno de mis vídeos, les gusté y me propusieron hacer una prueba que al final fue muy bien.

¿Cómo describirías a Pilar Palomero como directora?

Es una persona muy amable, está muy atenta de todo el equipo. Es muy generosa y esto, a la hora de rodar. hace que sea mucho más ameno. Era mi primera experiencia en cine y puso toda su confianza en mí desde el principio, sin saber que yo podría llegar a hacer un buen trabajo como actriz. Fue ella la que me guio durante todo el rodaje y consiguió que ganara mucha seguridad, para mí Pilar lo es todo.

¿Te costó ponerte en la piel de una madre adolescente o te costó?

Me lo tomé con mucha normalidad, pero es verdad que no es un tema que yo pudiese relacionar como algo cercano, porque no he vivido esta situación en mi entorno. Al principio reconozco que me costó, pero siempre me agarré a que si me habían seleccionado era porque me veían con la capacidad de interpretar al personaje.

¿Cuál fue la escena más difícil de rodar?

No es una escena en concreto. El personaje de Carla tiene cambios de emoción muy rápidos en algunos momentos de la película. En un mismo día me tocaba rodar por la tarde una escena super divertida de baile con amigas y luego por la noche tocaba hacer una dramática. Estos cambios de emoción fueron lo más difícil.

¿Y la que más disfrutaste?

Me lo pasé muy bien haciendo las escenas de baile, pero como experiencia de rodaje de cine siempre estaba esperando el día en el que me tocaba grabar con un bebé, porque me encantan. Fueron momentos muy dinámicos y bonitos.

Varias madres adolescentes cuentan su historia en la película, ¿Qué sentiste al conocer estas experiencias?

No me esperaba unos testimonios tan fuertes. La emoción que tiene el personaje de Carla en esa escena es la mía de verdad, porque fue la primera vez que yo escuchaba las historias de esas mujeres. Ellas contaban su vida real, porque de verdad son madres adolescentes. Fue un momento difícil, pero muy bonito e íntimo. Les di las gracias al acabar porque pusieron toda su confianza en mí y no me conocían, ni me habían visto antes. Todo estuvo muy cuidado para que no nos pudiéramos encontrar antes, ni comentarnos nada para grabar esa primera reacción mía.

¿Qué es lo que te ha enganchado de trabajar en cine?

Descubrir el mundo del cine ha sido maravilloso. Cuando ves una película en la gran pantalla o en cualquier plataforma desde tu casa, no te imaginas todo lo que hay detrás. Vivir esa experiencia con todo el equipo me ha llamado mucho la atención porque se crea una relación muy bonita. Eso es lo que de verdad me atrapa para seguir haciendo cine.

¿Cómo te sentiste cuando recibiste la Concha de Plata como actriz a Mejor Interpretación en el Festival de San Sebastián?

Pensé que ni siquiera podía estar nominada porque era muy pequeña. Vi que algún crítico mencionaba que podría llevarme este premio internacional, pero nunca pensé que pudiera pasar de verdad. Un día, cuando estaba saliendo del instituto, me llamó Pilar Palomero para decirme que estaba nominada y en la gala tuve muchos nervios, escalofríos, temblaba, sudaba... Una mezcla de sentimientos, pero todos buenos.

Si hubieras tenido, ¿crees que habrías tenido opciones para llevarte el Goya en la categoría de Mejor Actriz Revelación?

Yo creo que sí, porque soy muy positiva y, después de que me hayan dado la Concha de Plata en San Sebastián, pienso que todo es posible. No me da rabia ni pena no estar ahí porque opino que si hubiera tenido unos años más para ganar este premio, no habría estado en este proyecto.

¿Qué actriz admiras y tienes como referente?

Penélope Cruz, no solo trabajar con ella, conocerla ya me haría especial ilusión. Además tengo una anécdota muy bonita: En la primera escena de La Maternal, se ve en un vídeo que ponen en un móvil cómo aparezco bailando debajo del mismo toro de Osborne donde ella rodó Jamón, jamón, y allí también bailó Penélope. Me hace pensar que estoy empezando como ella.

¿Con qué director o directora te gustaría trabajar?

Pedro Almodóvar sería un sueño, aunque lo veo como algo que, si sucediese, sería de aquí a mucho tiempo.

¿Qué te ves haciendo de aquí a diez años?

Yo me veo bailando y haciendo cine. Mi mayor deseo es llegar a formar parte del elenco de bailarines de la gira de algún cantante de reggaetón para actuar en grandes festivales y delante de mucha gente. En el mundo de la interpretación, me veo trabajando con personas a las que ahora admiro y formándome a su lado.