"Ricky Martin, 'Sorpresa Sorpresa', mermelada, armario...": Gabriel Rufián evoca un bulo histórico para señalar a Pablo Motos e Iker Jiménez
Tremending
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La difusión de bulos al por mayor, medias verdades e intoxicaciones varias parece haber copado la política española de un tiempo a esta parte. Enmarcado bajo el difuso epígrafe de la posverdad, el fenómeno de hacer pasar por cierto algo que simplemente no ha ocurrido es más antiguo que la rueda.
En su intervención de este miércoles, el portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, ha querido hacer referencia a este fenómeno evocando un viejo bulo que corrió como la pólvora a finales de los noventa. "Si yo les digo aquí Ricky Martin, Sorpresa Sorpresa, mermelada, armario, ¿saben de qué les hablo, verdad?", apunta Rufián. Apenas cuatro palabras que evocan un relato inventado que cebó el morbo y la imaginación de muchos y muchas en una época pre-redes sociales.
Tremendo bulardo que consistía –se viene una breve sinopsis del asunto para millennials y zetas– en la infausta historia de una joven que tuvo a bien untarse de mermelada el parrús con miras a que su perro –o gato, según las versiones– le adjudicara un acompasado lengüeteo en la zona del gustico sin saber –ella, no su mascota– que estaba siendo grabada de forma indiscreta en el marco del programa Sorpresa, sorpresa, espacio televisivo dedicado –como su propio nombre indica– a sorprender al personal con la presencia de un ser querido/adorado, en este caso Ricky Martin, ídolo inalcanzable de la joven que, ante su ausencia, entendemos que hubo de contentarse con el goloso cánido. Pues bien, todo mentira.
Una historia ficticia surgida de alguna mente perversa que supo conectar con las gentes de su tiempo y protagonizó corrillos en facultades, salas de espera y pollerías. Sirva semejante mentira para evidenciar que treinta años después la cosa no ha ido a mejor. Más bien al contrario, los bulos se han seguido sucediendo. Rufián enumera en su intervención algunos de los más ilustres: "Si yo les digo aquí que la Tierra es plana, que a la Luna no se ha ido, que lo de la evolución es un invento, que las vacunas son malas y encima te meten un chip, que el wifi da cáncer, que nos fumigan con aviones, que nos gobiernan reptilianos, que el cambio climático es mentira, que la energía nuclear es segura...".
Los bulos, explica Rufián, no han cesado, su potencial atractivo sigue vivo a día de hoy. El problema, apunta, es que muchos medios los han puesto al mismo nivel que la verdad. "Aún hay gente que dice que son ciertas, que dicen que son ciertos los bulos. Y también, sobre todo, que ya no solo se ven en la tele, en un programa de prime time, sino que se ven en un móvil, en una red social, en canales de Telegram con miles de personas que aseguran que aquello es cierto", esgrime Rufián. "Hoy, la realidad en este país ya no te la explica Balbín o Carlos Llamas, te la explica Pablo Motos o Iker Jiménez. Esa es otra diferencia muy importante", sentencia.
"Hay muchísima gente que aún sabiendo que es mentira se lo quieren creer": "Porque hoy, señorías, hay algo más poderoso que la verdad, que es el sentimiento. Aún hay algo más poderoso que la certeza o los datos y son las ganas de creértelo", zanja el diputado.
Por último, el portavoz de Esquerra Republicana ha salido al paso también de las duras palabras que el juez Eloy Velasco dedicó a Irene Montero en las que decía que hay "mil cosas más que nunca aprenderá desde su cajero de Mercadona ni nos podrá dar clases a los demás". A ese respecto, Rufián se ha mostrado muy tajante con una reflexión que arrancó un aplauso entre los presentes: "Si más jueces hubiesen pringado en un supermercado quizás no habría siete empresarios murcianos pederastas en la calle".
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