Este artículo se publicó hace 4 años.
Sanidad públicaUna veintena de organizaciones sociales reclama al Gobierno un mayor gasto en sanidad y mejoras en la gestión
Eva Aguilera, de Médicos del Mundo: "No son unos presupuestos finalistas que den garantías de que los gobiernos autonómicos vayan a destinar ese dinero a asuntos esenciales como la Atención Primaria o inversión en tecnología sanitaria".
Madrid--Actualizado a
Las organizaciones sociales de Alianza Más Sanidad Pública y Universal, compuesta por 25 entidades, entre las que se encuentran por ejemplo Médicos del Mundo, Facua, CCOO, UGT y muchas otras, han lanzado una campaña llamada Dar la Cara por la Sanidad para reclamar a los partidos políticos, y especialmente al Gobierno, la necesidad de tomar medidas urgentes destinadas a fortalecer la sanidad pública y dotarla de medios "para hacer frente a esta segunda ola de la pandemia".
Eva Aguilera, de Médicos del Mundo, una de las organizaciones que conforman la plataforma, ha asegurado a Público que ha sido "intencionado hacer coincidir la campaña con la coyuntura de debate de los Presupuestos Generales del Estado para llamar la atención de dónde está la urgencia para mejorar el sistema de salud".
La iniciativa cuenta con testimonios de víctimas de la covid-19 durante la primera ola, personas que han sufrido situaciones muy diferentes: profesionales que han trabajado durante más 30 horas en un hospital y que, a día de hoy, siguen sin ver grandes cambios en los recursos disponibles; hosteleros que han perdido su trabajo y han tenido que enfrentarse a graves problemas de salud; o personas que han perdido a algún familiar a causa de la saturación en la Atención Primaria. Aseguran asistir "perplejos" a cómo todas estas situaciones se vuelven a repetir ocho meses después.
Eva Aguilera: "Las cifras siguen estando muy lejos de lo que trasladamos a los representantes públicos"
Las organizaciones se han mostrado críticas con el gasto destinado a Sanidad en los Presupuestos Generales del Estado del Gobierno de coalición. Aunque consideran que se "recogen tímidos avances, todavía siguen siendo insuficientes". A pesar de que el Ejecutivo quiere destinar 1.089 millones de euros en Atención Primaria, otros 1.011 millones a la compra de vacunas contra el coronavirus y dedicar otros 400 millones a la compra de tecnologías sanitarias, todo este gasto supone un aumento de "64 euros por habitante al año", una cifra muy alejada de los 1.000 euros que las organizaciones reclaman. "Es necesaria una mayor inversión en la partida de sanidad y sacar adelante otra serie de medidas más allá de los presupuestos. Nos alegramos de la mejoría en las cuentas respecto a los presupuestos anteriores, pero las cifras siguen estando muy lejos de lo que trasladamos a los representantes públicos", ha asegurado Aguilera.
Asimismo, estas asociaciones se muestran preocupadas por la futura gestión de las cuentas que el Gobierno desea aprobar pese a las buenas intenciones plasmadas en el dictamen de la Comisión para la Reconstrucción Social y Económica. El Estado transferirá la mayor parte del dinero a las comunidades autónomas; en total, el 80% del gasto público, que no quieren que "se termine diluyendo". Aguilera muestra su inquietud porque "no son unos presupuestos finalistas que den garantías de que los gobiernos autonómicos vayan a destinar ese dinero a asuntos como la Atención Primaria o a invertir en tecnología sanitaria".
La gestión de las cuentas públicas puede generar desigualdades entre comunidades autónomas
La representante de Médicos del Mundo considera que esta gestión "puede generar desigualdades, que ya estamos viviendo en las diferentes comunidades autónomas". Por este motivo, estas organizaciones en defensa de la sanidad pública reivindican la importancia de crear métodos de "financiación finalista" para ofrecer seguridades de que el presupuesto acabe destinado a las "áreas clave".
Más allá de los presupuestos
"No solo hay que aumentar la partida de los presupuestos, también hay que desarrollar una serie de actuaciones conjuntas que demuestren que el compromiso político es real. Una de ellas es la reforma de la política farmacéutica, que atienda cómo es el sistema de fijación de precios de los medicamentos, de las tecnologías sanitarias y, por supuesto, de las vacunas", ha explicado Aguilera, que ha remarcado la importancia de ir más allá de la financiación europea. "Los fondos europeos son un buen gasto, pero se necesita mirar al futuro y realizar una inversión consolidada para reforzar la sanidad pública".
Igualmente, Alianza Más Sanidad Pública y Universal ha defendido que las personas en situación de vulnerabilidad queden exentas de repago, para conseguir reducir el número de pacientes que "no pueden acceder a sus medicamentos por problemas económicos".
La inversión en I+D+i sanitario público es una de las prioridades
La representante sanitaria ha insistido, por otra parte, en la importancia de incrementar la inversión en I+D+i sanitario público. "No suele ser igual de eficaz y eficiente invertir en laboratorios privados, ya que en muchas ocasiones no aseguran un retorno de esa inversión". Además, ha comentado la necesidad de poner en marcha una estrategia de cuidados sociosanitarios. "Ahí está también la calve de muchas de las situaciones que estamos viendo, por ejemplo, con las residencias de ancianos".
Aguilera ha subrayado la importancia de defender lo común -como es en este caso la sanidad pública-, parafraseando a una de las protagonistas de la campaña Dar la Cara por la Sanidad: "Las pandemias se curan desde la prevención, y la prevención se fomenta desde la comunidad".
Historias reales compartidas en redes sociales
Los promotores de la campaña han elaborado diferentes vídeos en los que recogen algunas de las historias más duras que vivieron tanto profesionales sanitarios como pacientes. María José es una de ellas. Perdió a su padre de 91 años a consecuencia de la saturación de los centros hospitalarios. Ella llamó al hospital, donde "le advirtieron de que estaban desbordados". Por miedo a morir solo, el padre de María José decidió no acudir al hospital. "Finalmente falleció en casa". No recibió la máquina de oxígeno que le prometieron, tampoco le realizaron ningún test.
Los enfermeros se enfrentan a las mismas situaciones de hace ocho meses
Esther, por su parte, una enfermera que tuvo que trabajar en un gimnasio adaptado para pacientes de coronavirus "porque no había sitio en las UCI", vuelve a enfrentarse a situaciones similares a las de la primera ola, "viendo día a día cómo la moral de sus compañeros y la suya" se resquebraja por la falta de recursos y personal.
Elena, que es médica especializada en enfermedades tropicales, fue partícpe de la llegada de los primeros infectados por coronavirus. Ella y sus compañeros tuvieron que hacer frente a aquella situación sin medios, sin protocolos, sin conocimiento, con jornadas intensas y sin descanso. Actualmente se siente harta y con una gran "desconfianza en la gestión política".
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