La Dirección General de Tráfico (DGT) registra dificultades de salida de Madrid capital en algunos tramos de la A-1 y la A-4, mientras que el tráfico es fluido en el resto de vías de salida, según el último boletín.

Precisamente, el Ejecutivo ha declarado el estado de alarma en la Comunidad de Madrid para restablecer las medidas adoptadas por el Gobierno central para frenar la expansión del coronavirus y, posteriormente, tumbadas por la justicia madrileña.

Fuentes de la DGT han indicado que este año no había un dispositivo especial de tráfico con motivo del puente del Pilar, al no prever un gran volumen de desplazamientos como sí ocurría en años anteriores. De hecho, las citadas fuentes han señalado que el tráfico de los fines de semana ha descendido un 26% con respecto al que se producía con anterioridad a la pandemia.

Aunque no hay desplegado un dispositivo especial como tal, fuentes de la DGT han informado de que "está todo preparado", con restricciones a la circulación de camiones, o la paralización de pruebas deportivas u obras.

El último boletín de Tráfico indica que en Burgos un accidente dificulta el tráfico en la AP-1 en Briviesca hacia la capital burgalesa. En Barcelona sigue habiendo dificultades de salida por la A-2 en Martorell y Abrera; por la C-58 en Sabadell; y C-17 en Parets del Vallés, en ambos sentidos. También está congestionada la AP-7 en Mollet del Vallès, en dirección a Tarragona.

Finalmente, la DGT ha informado de tráfico intenso en Málaga, en la AP-7 en Benalmádena hacia la capital malagueña; y complicaciones también en la entrada a Sevilla por la A-66 en Salteras.

En torno a las seis y media de la tarde, en la A-4 a la altura de Valdemoro se han producido cuatro kilómetros de atasco en dirección a Córdoba. También se han observado complicaciones en dos kilómetros en la A-1, a la altura de San Sebastián de los Reyes, en dirección a Burgos.

Controles por el estado de alarma

Las primeras horas del estado de alarma en la Comunidad de Madrid han transcurrido con normalidad en los numerosos controles policiales que se han instalado en las salidas y entradas a la capital para vigilar el correcto cumplimiento de las restricciones a la movilidad.

Más de 7.000 agentes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil conforman el dispositivo de seguridad diseñado por el Ministerio del Interior que controlan los desplazamientos en Madrid y en los otros ocho municipios de la comunidad afectados por el estado de alarma.

En torno a las dos y media de la tarde se apostaron los agentes en los principales puntos de salida de la capital, aunque el Boletín Oficial del Estado (BOE) publicó el decreto del estado de alarma a las 16.50 horas. Sí se ha producido alguna incidencia, como el caso de un hombre en la A-5 que alegó que salía de Madrid para recoger a los niños y en su maletero llevaba tres maletas. Los agentes le obligaron a dar la vuelta hacia su domicilio.

Otros casos han acabado en sanción, como el de otro individuo, en el mismo punto, que se puso "chulo" con los agentes y se negó a dar la vuelta. Fue sancionado por desobediencia, lo que conlleva una multa de 600 euros, según relatan fuentes policiales.

No obstante, en todos estos controles está primando la normalidad, y los agentes están informando a todos los ciudadanos de las restricciones que entran en vigor desde este viernes. Las retenciones en las vías han sido las normales en comparación con las de un viernes laborable.

Con el objetivo de evitar desplazamientos no justificados, los policías controlarán los viajes en el Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid Barajas y en la Estación de Atocha, donde se han visto largas colas entre los pasajeros.

Para garantizar la unidad de acción de policías nacionales, guardias civiles y policías municipales, la Secretaría de Estado de Seguridad constituirá un centro de coordinación, el denominado Cecor, que se reunirá diariamente.

El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha explicado tras el Consejo de Ministros extraordinario que las sanciones por incumplir el estado de alarma, como sucedió en marzo, se regirán por los principios de "proporcionalidad y necesidad". "Las multas no tienen un fin recaudatorio, sino garantizar la salud pública", advirtió.