Risas nocturnas, sombras y una supuesta presencia demoníaca protagonizan un nuevo capítulo en el cisma de las exmonjas de Belorado

Las exmonjas clarisas de Belorado, ahora desligadas de la vida monástica, han revelado que en 2017 experimentaron situaciones que asociaron con una "presencia maligna" durante su estancia en el monasterio de Derio, en Bizkaia. Estas afirmaciones motivaron una investigación del Arzobispado de Bilbao, que concluyó que no existía certeza de tales fenómenos.

Según recoge un artículo reciente de The New York Times, las exmonjas señalan que en aquella época enfrentaron problemas de salud, tensiones internas y vivieron experiencias que describen como inexplicables. "Cuando te enfrentas al diablo, sabes con quién estás tratando", declaró Paloma, una de las exreligiosas.

Entre los supuestos eventos ocurridos en el convento se incluyen ruidos nocturnos, risas perturbadoras y objetos que parecían moverse por sí solos. Estos sucesos alimentaron su convicción de que algo sobrenatural estaba ocurriendo.

Fuentes del Arzobispado de Burgos, bajo la dirección de Mario Iceta —arzobispo de Bilbao en 2017—, han señalado que se llevaron a cabo investigaciones y procedimientos contemplados en el ritual de exorcismos. Sin embargo, el informe oficial indicó que no se pudo confirmar la veracidad de los fenómenos denunciados.

A las puertas del desahucio

Las religiosas vuelven al mapa mediático cuando se acercan las primeras consecuencias de la demanda de desahucio que presentó el Arzobispado de Burgos. La primera vista judicial está programada para el próximo 19 de diciembre.

Según el Arzobispado, las religiosas abandonaron voluntariamente el monasterio de Derio en su momento y niegan que fueran expulsadas. Según explicaron entonces a este diario, las autoridades eclesiásticas rechazan utilizar ninguna empresa como Desokupa o recursos similares para forzar la salida de las exclarisas del convento.

El abogado de las exmonjas, Florentino Aláez, ha informado que tres de las nueve demandadas aún no han sido notificadas oficialmente. Dos de ellas permanecen en el convento de Orduña (Bizkaia) y la tercera ha abandonado recientemente el monasterio. Según explicó, este retraso dificulta la celebración de la vista programada para el 19 de diciembre, ya que las afectadas disponen de un plazo de diez días hábiles para responder tras la notificación.

Ante esta situación, la continuidad del proceso dependerá de la decisión de la jueza titular, quien deberá valorar si aplaza la vista o la celebra según los avances en las notificaciones. Esta audiencia resulta clave para practicar las pruebas necesarias y resolver la disputa sobre la titularidad del Monasterio de Santa Clara de Belorado.

Además, Aláez destacó que las exreligiosas deberán asistir a la vista judicial, ya que tanto ellas como el arzobispo tienen derecho a solicitar el interrogatorio de la parte contraria como parte de su estrategia de defensa.