Receta de galletas de hombrecillos de jengibre
Es un dulce popular, y a la vez un personaje típico de un cuento infantil. Son unas galletas muy divertidas que toman la forma de este alegre personaje de dibujos.
Las galletas de hombre de jengibre o gingerbread man aparecen en fechas navideñas en distintos países, aunque su origen es británico. Es un dulce popular, y a la vez un personaje típico de un cuento infantil. Son unas galletas muy divertidas que toman la forma de este alegre personaje de dibujos.
Están hechas con una base de jengibre molido y harina. Tras hornearse se sirven como postre, aperitivo, o incluso se usan para decorar el Árbol de Navidad.
Lo ideal es preparar la masa el día antes, para que salga con la textura adecuada y ahorrar tiempo. Para darles la forma de monigote, puedes utilizar un cortador, aunque también venden moldes de hombre de jengibre. Para que quede con la cara sonriente, lo mejor es usar una manga pastelera.
Es una de esas recetas sencillas que se pueden hacer con los niños en casa, y así, de un modo ameno, se iniciarán en los secretos de la cocina.
Ingredientes 4 personas:
Para las galletas:
350 g de harina de trigo
1 cucharadita de bicarbonato de sodio
2 cucharaditas de jengibre molido
1 cucharadita de canela molida
1/4 cucharadita de nuez moscada molida (opcional)
1/4 cucharadita de clavo molido (opcional)
1/4 cucharadita de sal
125 g de mantequilla sin sal (a temperatura ambiente)
100 g de azúcar moreno
1 huevo grande
4 cucharadas de miel de caña
Para decorar:
Glaseado (azúcar glas, clara de huevo y unas gotas de limón) o glaseado ya preparado
Colorante (opcional)
Decoraciones de azúcar como perlas o botones (opcional)
Prepara la masa
En un bol grande, tamiza la harina, el bicarbonato, el jengibre, la canela, la nuez moscada, el clavo y la sal.
En otro bol, bate la mantequilla y el azúcar moreno hasta obtener una mezcla cremosa y ligera.
Añade el huevo y la miel de caña a la mezcla de mantequilla, batiendo bien.
Incorpora el resto de los ingredientes poco a poco hasta formar una masa uniforme. Si la masa está muy pegajosa, agrega un poco más de harina.
Forma un disco con la masa, envuélvelo en plástico film y refrigéralo durante al menos 1 hora (o hasta 24 horas).
Haz las galletas
Precalienta el horno a 180 °C y forra bandejas de horno con papel de horno.
Saca la masa del refrigerador y extiéndela con un rodillo sobre una superficie ligeramente enharinada, hasta que tenga un grosor de unos 5 milímetros (cuanto más finas más crujientes).
Usa cortadores de hombrecillos de jengibre para cortar las galletas y colócalas en las bandejas, dejando un poco de espacio entre ellas.
Hornea
Hornea las galletas durante 8-10 minutos, o hasta que los bordes estén ligeramente dorados.
Déjalas enfriar en la bandeja durante 5 minutos antes de transferirlas a una rejilla para que se enfríen por completo.
Decora
Prepara el glaseado mezclando azúcar glas con clara de huevo y limón hasta obtener una textura espesa pero fluida. Añade colorantes si lo deseas.
Decora las galletas con el glaseado usando una manga pastelera o una bolsa de plástico con un agujero pequeño en la esquina.
Añade decoraciones de azúcar antes de que el glaseado se seque.
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