Tu reacción emocional al cambio climático puede influir en las políticas que apoyas
Un estudio de la Universidad George Mason de EEUU realizado durante 12 años demuestra que las reacciones a mensajes y discursos climáticos pueden determinar las preferencias políticas de la audiencia.
Vitoria-Gasteiz--Actualizado a
Un político, un orador público o un periodista apelan a diferentes emociones cuando hablan de cambio climático. Las reacciones que estos sentimientos generan pueden determinar las preferencias políticas de los individuos para hacer frente a esta crisis. Así lo indica un estudio que publica la revista PLOS Climate.
Esperanza, ira, tristeza miedo y culpa son las emociones más frecuentes al hablar de cambio climático
Un equipo dirigido por Teresa Myers, investigadora del Centro para la Comunicación del Cambio Climático en la Universidad George Mason (EEUU) ha demostrado que el impacto emocional puede sensibilizar sobre cuestiones importantes y movilizar a un público que, de otro modo, se mostraría apático.
El estudio analizó las cinco emociones más habituales cuando se trata el cambio climático. "La más frecuente fue la esperanza, seguida de la ira, la tristeza, el miedo y la culpa", afirma Myers en declaraciones a Público.
Las mujeres sienten más culpa que los hombres
El 51% de las encuestadas declararon ser mujeres. "Ellas son más propensas a mostrar una reacción emocional más intensa", señala Myers a este medio. "Sobre todo sienten más miedo y culpa que los hombres, aunque con la esperanza existen menos diferencias de género", añade.
Las encuestas se distribuyeron cada seis meses desde 2010 hasta 2022. En total, participaron hasta 16.605 personas. Por un lado, las consultas tenían en cuenta la respuesta emocional del entrevistado. Por ejemplo, una pregunta era: "¿Con qué intensidad siente cada una de las siguientes emociones cuando piensa en el calentamiento global?".
Por otro lado, relacionaban este resultado con el apoyo de cada participante a políticas de acción concretas. En este sentido, una de las medidas era "aumentar la financiación para las comunidades de bajos ingresos y las comunidades de color que se ven perjudicadas de forma desproporcionada por la contaminación del aire y el agua".
La culpa está asociada al coste personal
Los resultados de la investigación muestran un vínculo estrecho entre la culpa y el apoyo a políticas con un coste personal, como el aumento de impuestos. La esperanza y la tristeza están relacionadas con las políticas proactivas, es decir, medidas orientadas hacia el futuro como la inversión en infraestructuras o tecnología.
Quien siente culpa al hablar del cambio climático es más propenso a apoyar subidas de impuestos
Por su parte, el miedo está asociado con una preferencia por enfoques reguladores como, por ejemplo, legislar sobre la emisión de contaminantes. No obstante, quienes respondieron con esta emoción también se mostraron favorables hacia el resto de medidas con más frecuencia que los demás participantes.
Hombres y mujeres también mostraron diferencias en cuanto a los tipos de políticas a tomar para combatir la crisis climática. "Las mujeres eran más propensas a apoyar medidas reguladoras", destaca Myers a este diario. "También mostraron ligeramente un mayor apoyo a las opciones de coste personal", añade.
Las emociones más frecuentes en el discurso mediático
Según la autora del estudio, "el miedo suele invocarse cuando se habla de catástrofes o de un futuro desconocido. La confianza o la esperanza aparecen al mencionar la certeza científica de los problemas, pero también cuando se aprueban políticas y se alcanzan acuerdos". Además, la ira es "la emoción más frecuente en los debates políticos sobre el calentamiento global o el cambio climático".
El estudio muestra la importancia de las emociones para comprender y fomentar el apoyo a la política climática
La investigadora subraya en declaraciones a Público que "existen varias investigaciones sobre la relación de las emociones con los discursos políticos y mediáticos en torno a la crisis climática". Por ejemplo, un artículo de la Universidad George Washington "descubrió que la confianza en las autoridades, la anticipación del futuro y el miedo fueron las tres emociones más comunes en la cobertura informativa de 2010 a 2020".
Otro estudio de la Universidad de Estudios Internacionales (China) "demostró que el miedo y la confianza eran las dos emociones más invocadas en Twitter en las conversaciones sobre el calentamiento global entre enero de 2020 y julio de 2021".
Myers menciona que la Universidad de Leicester (Reino Unido) realizó un análisis de Twitter durante una semana de 2013. "Los resultados señalaron que la ira era la emoción más citada", destaca.
"Nuestro estudio subraya la importancia de las emociones para comprender y fomentar el apoyo a la política climática", afirman los investigadores en un comunicado de prensa. "Por ejemplo, las personas y organizaciones que abogan por soluciones proactivas para el clima podrían apelar a sentimientos de esperanza", concluyen.
Referencia
Myers, T. et al., "Emotional signatures of climate policy support" PLOS Climate (2024).
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