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El primer texto de la Cumbre del Clima elude la reducción de los combustibles fósiles

Egipto ha publicado el primer documento marco sobre el que los ministros negociarán y deja claro que el consenso está lejos de alcanzarse. La COP27 termina este viernes pero todo apunta a que se alargará durante todo el fin de semana.

Vista general del cartel de la COP27 en el centro Internacional de Convenciones de Sharm El Sheikh.
Vista general del cartel de la COP27 en el centro Internacional de Convenciones de Sharm El Sheikh. Thaier Al-Sudani / REUTERS

Las negociaciones en la Cumbre del Clima de Sharm el Sheikh (COP27) siguen estancadas y lejos del consenso. Esta madrugada la presidencia, en manos del ministro de Exteriores egipcio, Sameh Shoukry, ha publicado el primer documento marco de la conferencia, una suerte de borrador que llega tarde –debería haber salido el lunes– y que servirá para que por fin los dirigentes mundiales puedan sentarse a negociar. El texto, sin embargo, está lejos de perfilarse como acuerdo pues apenas recoge puntos de encuentro entre países y se limita a plasmar las diferentes posturas de los países.

Los países todavía no están por la labor de hacer una referencia clara al fin de todos los combustibles fósiles y se han limitado a reiterar lo acordado en Glasgow en 2021: una reducción gradual del uso de carbón, sin mención al gas o al petróleo. 

En los últimos días India elevó una iniciativa para incluir la reducción gradual de la quema de combustibles fósiles, la cual contó con apoyos notables. Se esperaba que este cambio de postura del país, uno de los principales bloqueadores en Glasgow, hiciera avanzar un acuerdo ambicioso para dejar atrás el carbón, gas y petróleo, pero finalmente la presidencia ha decidido no incluirlo en este primer texto de portada. 

Además, hay un retroceso claro en el uso de las palabras que apelan a la acción. Si en la anterior COP el texto final apelaba a la "obligación" de aumentar el apoyo para mantener las temperaturas por debajo de la subida de 1,5ºC, esta vez se "alienta" a las partes a cumplir con ese compromiso. 

Por otro lado, el documento marco habla de eliminar los subsidios a los combustibles (sin mencionar la palabra fósiles), pero lo hace "en consonancia con las circunstancias nacionales". Es decir, deja una libre interpretación sobre qué coyuntura eximiría a los países de dejar atrás los hidrocarburos que calientan el planeta.

Donde más se evidencia la polarización, entre países ricos y pobres, es en el apartado relacionado con la financiación de las regiones desarrolladas para sufragar las pérdidas económicas de la crisis climática. La presidencia simplemente "acoge con beneplácito" que este asunto haya entrado en la agenda, pero no exhorta a los países a tener un acuerdo al respecto sobre ello.

Este tema es uno de los más espinosos, pues los países más pobres –los que a su vez han contribuido menos a la crisis climática y más la padecen– exigen la creación de una nueva herramienta de financiación nutrida por los fondos de los países ricos. Con ella se pretende hacer frente al gasto provocado por las inundaciones o las sequías extremas asociadas al calentamiento del planeta. Las regiones desarrolladas, sin embargo, no creen que sea necesario crear un nuevo mecanismo financiero. EEUU lo rechaza de pleno y la Unión Europea se ha abierto a ello, pero exige que China, país en desarrollo pero con una economía emergente, también contribuya económicamente.

Brecha entre promesas y acciones

El documento habla también de los compromisos de descarbonización (NDC's) presentados por los países. Aunque reconoce que 166 países han actualizado sus hojas de ruta desde 2020, la presidencia de la COP muestra una "grave preocupación" por la brecha entre lo prometido y lo cumplido, en referencia a un informe publicado por las Naciones Unidas a principios de mes que revelaba que los países más contaminantes no estaban reduciendo lo suficiente sus emisiones de CO2 para mantener el termómetro por debajo del 1,5ºC. 

El esqueleto de este primer documento refleja que todavía quedan por plasmarse muchas obligaciones y, por ende, que el acuerdo final está lejos de producirse. La Cumbre del Clima se clausura oficialmente este viernes y la presidencia ha recalcado este jueves en una carta que su intención es no pasar del ese día. Sin embargo, los observadores que han acudido a Egipto no confían demasiado en llegar a tiempo y todo apunta a que, una vez más, la COP se alargue hasta el fin de semana.

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