Prevenir el mal uso de los antibióticos, la forma de evitar millones de muertes por la inmunidad de las bacterias
El consumo de estos medicamentos en España se sitúa casi cuatro puntos por encima de la media europea.
María Martínez Collado
Madrid-Actualizado a
El descubrimiento de los antibióticos supuso un cambio radical en la medicina mundial y, probablemente, hayan salvado más vidas de las que se pueden contabilizar. Paradójicamente, su uso abusivo los ha convertido en una manifiesta amenaza para la salud. Tanto es así, que diferentes estudios han alertado sobre los millones de muertes que podrían llegar a producirse si no se sigue un control riguroso, tal y como ya alerta la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El principal problema del mal uso de estas sustancias son las llamadas superbacterias. Es decir, aquellas bacterias que, de tanto exponerse a diferentes antibióticos, han sido capaces de mutar y desarrollar resistencia a los mismos. Esta inmunidad supone un gran inconveniente a la hora de erradicar los síntomas que provocan las enfermerdadesa quienes las contraen. Asimismo, facilita su propagación de unos enfermos a otros, pudiendo desencadenar grandes epidemias.
Las superbacterias son bacterias que desarrollan resistencia a los antibióticos
Diferentes expertos, de hecho, han considerado la resistencia antibiótica una amenaza no solo para la salud pública, sino también animal y ambiental, así como para el bienestar de la economía mundial. La crisis de la covid es un buen ejemplo sobre las consecuencias de los contagios a escala mundial.
Así lo manifiestan los especialistas de la jornada Hacia la optimización y eficiencia en el uso de antibióticos en Euskadi, celebrada en el Azkuna Zentroa de Bilbao, que abordó cómo optimizar el uso de antibióticos y combatir la resistencia a los mismos.
Ya en el año 2014, explicaron los diferentes ponentes, las superbacterias "se cobraban anualmente las vidas de cerca de 50.000 personas". Una cifra que podría incrementarse hasta alcanzar los 10 millones de muertos en 2050, según las estimaciones de Review on Antimicrobial Resistance.
España, séptimo país de la UE que más antibióticos toma
En España, el consumo de antibióticos se sitúa casi cuatro puntos por encima de la media europea. De acuerdo con los últimos datos recogidos por el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC), 20 de cada 1.000 ciudadanos hace uso de estos fármacos al día.
En España, 20 de cada 1.000 ciudadanos hace uso de estos fármacos al día
De esta forma, el del Sistema Nacional de Salud (SNS) se convierte en el séptimo peor resultado de los 27 países miembro de la Unión Europea (UE). Si bien los datos mejoran con respecto al pico de 2017, cuando la tasa se llegó a situar en una media de 26,8 por cada 1.000 habitantes (tercer peor dato, solo por detrás de Chipre y Grecia).
En este sentido, Óscar López, vicepresidente del Colegio de Farmacéuticos de Madrid, considera indispensable que se mantengan y se incentiven las campañas informativas a fin de que la población conozca que "no debe usar" los antibióticos "por su cuenta". "Tanto desde las administraciones, como desde los centros de salud y las farmacias se debe enseñar a la gente lo perjudicial que resulta automedicarse, ha insistido López a Público.
El especialista sanitario explica que, gracias a estas iniciativas, ha mejorado el criterio con el que se usan estas sustancias y, de hecho, asegura que "ahora mismo, desde el punto de vista de la farmacia, no se abusa de estos medicamentos". "En general, existe una conciencia de que el antibiótico tiene una utilidad muy especifica para infecciones bacterianas y la gente, como digo, en general, no abusa", ha sostenido.
Óscar López: "Es indispensable que se mantengan y se incentiven las campañas informativas sobre el uso de antibióticos"
Este cambio progresivo en la mentalidad de los ciudadanos y de los propios profesionales encargados de prescribir las medicinas, continúa López, "no hubiera sido tal sin todas las campañas de prevención que se llevan impulsando desde que España suscribió el Plan de Resistencia a los Antimicrobianos, aprobado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2015".
Por un lado, desde la farmacia, "siempre nos cercioramos de que es adecuada la prescripción por alergias y nos aseguramos de que el paciente conozca la duración del tratamiento. De alguna manera, apoyamos la labor de los médicos", detalla López.
A su vez, "cada centro médico sanitario tiene sus protocolos de diagnóstico y tratamiento. No se prescriben antibióticos por cualquier cosa, como una enfermedad vírica, por ejemplo. Si se trata de una infección vírica, el antibiótico no va a hacer nada", afirma.
Evitar el contagio, el mejor remedio
Asimismo, el farmacéutico ha puesto el foco en las "enormes ventajas" que han demostrado las medidas de protección en el control de las infecciones respiratorias. "Durante la pandemia, el consumo de antibióticos bajó cerca de un 20%, todo el tema del confinamiento y el uso de las mascarillas, los geles, etc, hizo que la trasmisión de bacterias se diera mucho más controlada", argumenta.
"Este tipo de protecciones, además de evitar dolencias que en caso de personas sanas son de unos días, pero en caso de personas más vulnerables, pueden dar lugar a infecciones graves; reducen los contagios y consecuentemente el uso de los antibióticos", expresa este especialista.
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