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La Palma, un año después de la erupción: "Queremos que nos traten con dignidad"
Viviendas sin entregar, pérdida de poder adquisitivo y obras de emergencia cuestionadas por la población: la situación en la isla de La Palma cuando se cumple un año de la erupción.
Andrea Domínguez Torres
Santa Cruz De Tenerife--Actualizado a
El valle de La Palma cambió para siempre. Desde que el 19 de septiembre del 2021 la zona de Cabeza de Vaca se convirtió en protagonista de una erupción volcánica, nada ha sido igual. El paisaje cambió el marrón del campo por el negro de la ceniza. Más de 7.000 palmeros tuvieron que abandonar su hogar y más de 1.600 viviendas se destruyeron con el paso de la lava. Las viñas se tiñeron de luto, pero hoy renacen del picón nuevos cultivos. Después del ruido del volcán quedó la desesperación de las ayudas que no llegan, también la ilusión de empezar un nuevo camino. Esta es la historia del valle de Aridane un año después.
Dévora López vivía a caballo entre Tenerife y La Palma, pero su corazón siempre ha estado con la Isla Bonita. En el municipio de El Paso estaba su casa familiar, en la que vivían sus padres, dos tinerfeños arraigados a la tranquilidad de la isla vecina. "Era una casa rodeada de campo, no era un gran terreno ni una mansión, pero teníamos una pequeña huertita en la que plantábamos cuatro cosas", cuenta ahora desde Tenerife. El camino que llevaba a su casa se convirtió en una calle sin salida frecuentada por turistas y algunas personas buscando rutas que desaparecieron tras la erupción.
"Que nadie muriese ese día fue suerte, porque estaban todos en casa comiendo", recuerda. El 19 de septiembre el volcán erupcionó por encima de su casa. No tuvieron tiempo de sacar nada, tampoco de despedirse. Desde entonces, la vida de Dévora y la de sus vecinos ha sido un quebradero de cabeza, pasando de oficina en oficina tratando de reconstruir un hogar. "Si necesitas que busque cualquier referencia catastral, que te localice los usos del suelo de cualquier terreno, soy capaz de hacerlo en un minuto", bromea tras un año de papeleo.
Su familia perdió su vivienda durante la primera semana de la erupción. Ahora tramita los papeles para comprar un terreno muy cerca de su anterior casa. Un propietario de origen sueco les vende el suelo por 10.000 euros; solo accede a venderlo a damnificados por la erupción. "Estuvimos a punto de tirar la toalla, mis padres dejaron de mirar, pero yo seguía haciéndolo. Los precios se han disparado. Si compras un terreno a 60.000 euros, ¿qué dinero te queda luego para construir la casa?". "No queremos ser buenas personas, ni ser fuertes, queremos que nos traten con dignidad", insiste Dévora.
El Gobierno de España compensó la pérdida de la vivienda habitual con 60.000 euros. En total son 489 los núcleos familiares que han recibido esta cantidad, según datos del Ejecutivo español. Al mismo tiempo, el Consorcio de Compensación de Seguros entregó 182,2 millones de euros repartidos entre 6.121 viviendas afectadas por la erupción, no todas destruidas directamente por el volcán. A pesar de las compensaciones económicas, aún no hay alternativa para todos los afectados. Los precios no dejan de subir y las viviendas temporales ofrecidas por el Gobierno de Canarias no se dan a todos los perjudicados.
Las instituciones han priorizado la compensación de las viviendas habituales. Mientras que las segundas o terceras viviendas solo reciben la compensación si estaban aseguradas. De las 1.026 viviendas habituales afectadas, no todas son susceptibles de tener una vivienda provisional. En este caso, 720 se quedaron fuera por diversos motivos, según la alcaldesa de Los Llanos de Aridane, el municipio más afectado.
"Lo que más nos preocupa son los damnificados que han perdido su vivienda y un año después no se les ha dado alternativa habitacional. El Gobierno en eso sí que ha tardado", critica el presidente del Cabildo de La Palma, Mariano Zapata (PP). En este tiempo, a la espera de las viviendas modulares, también se entrega una ayuda al alquiler a 488 familias. "El dinero no cubre todo el alquiler, sino hasta 580 euros", varía según los metros y se paga a posteriori, añade la alcaldesa de Los Llanos de Aridane, Noelia Leal.
"No hay datos de las personas que se han marchado, pero los que están aquí esperando viven de la ayuda de las organizaciones no gubernamentales", critica la tesorera de Más Canarias, Florisela Rodríguez. La palmera ha censurado durante estos meses la gestión que las instituciones han hecho de la emergencia. "La pérdida del poder adquisitivo es indiscutible", añade la alcaldesa de Los Llanos.
Una y otra vez se repite la misma imagen en televisión. "Soy la dueña de la famosa casa verde", ironiza Ana. Su vivienda derrumbándose copó las cadenas nacionales durante semanas. Al tiempo en el que el Colegio de Psicólogos de Santa Cruz de Tenerife pedía que se dejaran de difundir esas imágenes por el daño emocional que causaba en sus dueños. "Y se sigue cayendo", se lamenta.
Ana perdió su hogar, seis casas, dos fanegas de plátanos, la herencia de sus hijas y la casa que le dejó su padre. "Se llevó nuestro medio de vida, dos casas destinadas al turismo rural y los plátanos", explica.
Su madre vivía en calidad de usufructuaria vitalicia de su casa en Todoque, tiene 91 años, la cadera fracturada y alzhéimer. "A mí no me dan nada porque no era mi vivienda habitual, pero a mi madre, que vivía allí, tampoco", se lamenta Ana. Su madre vive hasta el momento en un local sin licencia en el centro de Los Llanos a la espera de trasladarse a "una casa contenedor" que le han ofrecido tras un año de espera.
Mientras, Ana vive con su marido y sus hijas en una casa que compró hace cuatro meses, pero que no logra hacerla suya. Perdió su hogar el 22 de septiembre y aún no es capaz de pasar por la carretera que atraviesa las coladas. "El volcán es ahora".
Puerto Naos y La Bombilla, dos pueblos fantasma
El volcán bautizado como Tajogaite sigue dejando secuelas. La vida no ha podido continuar para los vecinos y vecinas de Puerto Naos y La Bombilla, dos núcleos turísticos y agrarios de la isla. La presencia de gases tóxicos para el ser humano impide la vuelta a casa de sus dueños, lo que ha generado críticas e indignación. "Entiendo la desesperación, ya es un año, pero tenemos que velar por la seguridad de las personas", recalca el presidente del Cabildo palmero. Esta semana se reunió a vecinos y científicos para explicar a la ciudadanía la situación en Puerto Naos.
"No es nada sencillo lograr que convivamos gases y personas porque el nivel de los gases es muy alto", concluye Zapata. De acuerdo con los datos ofrecidos por el Cabildo, al menos 109 personas de esos dos barrios permanecen en hoteles. El resto, en casa de familiares y otras viviendas. Sin embargo, ni los científicos ni las instituciones se atreven a poner una fecha a la vuelta de los vecinos a sus casas.
Las obras, cuestionadas tras la emergencia
Conforme han ido anunciando nuevos proyectos en el valle de Aridane, la tensión aumentaba en el ambiente. Sin embargo, el miedo a hablar por las posibles represalias es una constante en el este de la isla por la dependencia a las subvenciones del plátano. Una carretera planeada previa a la erupción, una tubería que atraviesa la nueva fajana del volcán o un puerto deportivo en una zona desalojada por riesgo de inhalación de gases son algunos de los proyectos más criticados por los ciudadanos.
El presidente del Cabildo de La Palma, Mariano Zapata (PP), atribuye al Gobierno de España la construcción de la carretera de la costa, pero reconoce que tiene el beneplácito del Cabildo. "Es propiedad 100% del Gobierno de España", defiende. Al ser preguntado por la necesidad de esta infraestructura criticada por los vecinos responde: "Tenemos el mismo derecho a tener buenas carreteras como tiene el resto de Canarias".
Mientras el presidente insular insiste en que la infraestructura es una obra de futuro, la Plataforma de Afectados por la Carretera de la Costa recalca que destruye "lo poquito que el volcán nos dejó". Esta plataforma ha conseguido un total de 30.000 firmas para tratar de evitar la expropiación de sus propiedades.
La presidenta, Cecilia García, afirma que tras una entrevista con representantes del Gobierno de Canarias en junio tienen esperanzas de que se replantee el trazado de la vía aunque por el momento no han recibido ninguna nueva información. "No es la primera vez que se expropian plataneras para hacer una carretera. No vamos nunca a lograr la unanimidad", continúa el presidente del Cabildo palmero. Esta infraestructura se ha adjudicado por un total de 38 millones de euros bajo la situación de emergencia decretada en La Palma. Desde Más Canarias denunciaron a la Fiscalía la construcción de esta carretera de la costa y añadiendo supuestos intereses personales de Zapata.
De acuerdo con el último Informe de Ayudas para la Emergencia y la Reconstrucción de La Palma, entre el Gobierno de España y el Ejecutivo canario se han entregado 535 millones de euros en 7.860 solicitudes recibidas. El 45% de ese dinero se ha destinado a la vivienda.
Con motivo del aniversario de la erupción, los damnificados han convocado una manifestación en Los Llanos de Aridane bajo el lema "Haz que tu silencio sea un grito". Lo que choca con la perspectiva y autocrítica del Cabildo insular. "No noto enfado, sino mucho cariño y entendimiento por parte de los vecinos. Esto no es ni un incendio, ni una riada, es la mayor catástrofe natural que ha sufrido la isla de La Palma", defiende el presidente.
El sector platanero es el más afectado por la erupción volcánica. También es el que más dinero público destinado a empresas ha recibido, un total de 14 millones de euros, según datos del Gobierno de España. Sin embargo, el futuro es incierto. Juan Carlos Rodríguez, agricultor afectado por la erupción y presidente de la Plataforma por un Precio Justo del Plátano, insiste en que "la gente que superó el volcán ahora está hundida". Este agricultor palmero perdió parte de su cosecha localizada en Puerto Naos.
"En dos años podremos recuperar lo perdido", cuenta Juan Carlos. Sin embargo, el camino actual es arduo. "Ahora lo que queda es pedir y yo no estoy acostumbrado a pedir", explica el agricultor. "Cómo voy a poder ahorrar si las tres fanegas de plátanos que tenía se las llevó el volcán", critica. Al mismo tiempo, señala que las ayudas prometidas no llegan y que las que han llegado son "tiritas" para un problema mayor.
Por otra parte, el gasto en emergencia para las desaladoras instaladas en Puerto Naos asciende ya a nueve millones de euros. Este tipo de tecnología para la extracción del agua del mar ha sido criticada por los agricultores por la calidad del agua.
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