Mientras en el ámbito político los partidos se distancian cada vez más en materia fiscal, ocho de cada diez españoles creen que los impuestos no se cobran con justicia y que no paga más el que más tiene, según el estudio Opinión pública y política fiscal publicado este martes por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). 

El informe anual refleja que la sociedad española no está conforme con el sistema fiscal, por ejemplo, resalta que la mitad, el 52,9 %, de los encuestados considera que paga "mucho" en impuestos, mientras que el 36 % lo ve "regular" y el 5,4 %, "poco". 

También hay un alto porcentaje, el 57, 4 %, que considera que la sociedad en general se beneficia poco de lo que se paga a las administraciones públicas en impuestos y cotizaciones y casi seis de cada diez contribuyentes señalan que las administraciones le dan menos de lo que paga. 

Sólo el 10,4 % de los participantes en el estudio ha señalado que los impuestos "sí se cobran con justicia", aunque a la hora de pagar prácticamente la mitad es muy consciente o bastante consciente y responsable y la otra mitad poco o nada consciente. 

Casi seis de cada diez encuestados piensan que dos personas con los mismos ingresos deberían pagar diferente cantidad de impuestos dependiendo del origen de sus rentas, si son del trabajo, donaciones, herencias, alquileres o proceden de prestaciones. 

Asimismo, el 62 % cree que la recaudación debe proceder sobre todo de los impuestos directos, como el IRPF, y sólo el 18 % aboga por aumentar la recaudación a través de impuestos indirectos cono el IVA. 

Consideran que hay mucho fraude fiscal 

El 91,2 % de los contribuyentes del estudio afirma que existe mucho o bastante fraude fiscal y aunque el 85,3 % cree que engañar a Hacienda es hacerlo a todos los ciudadanos, el 72 % piensa que si la gente no engaña más es "por miedo a una revisión". No obstante, el 66 % afirma que casi toda o bastante gente que conoce que tiene que declarar el IRPF lo hace. 

La inmensa mayoría considera que la Administración hace pocos o muy pocos esfuerzos por explicar el destino de los impuestos y el estudio revela que más del 60 % piensa que se dedican muy pocos recursos a ayudar a los dependientes, a la Seguridad Social y las pensiones, a la investigación en ciencia y tecnología y a la protección del medio ambiente. 

El 31,2 % de los encuestados está en la franja intermedia de los que apoyarían pagar más impuestos si a cambio se mejoran los servicios públicos, frente al 1,9 % que prefiere pagar menos impuestos aunque haya que reducir dichas prestaciones públicas. 

El 57,5 % afirma que los impuestos son necesarios para que el Estado pueda prestar servicios públicos, el 26,3 % cree que son algo que el Estado nos obliga a pagar sin saber muy bien a cambio de qué, y el 13,8 % considera que son un medio para redistribuir mejor la riqueza en la sociedad. 

Lo cierto es que entre los servicios públicos que valoran más satisfactoriamente están en primer lugar el transporte público, seguido de la asistencia sanitaria y de la seguridad ciudadana. En sentido contrario, la administración de Justicia es el servicio peor valorado

¿Y qué han prometido los partidos?

Uno de los puntos que más distancia a los partidos de izquierda y de derecha es la fiscalidad. En las últimas elecciones, PP, Ciudadanos y Vox apostaron por una bajada de impuestos a las personas con más rentas. En este sentido Vox y PP han sido más radicales que Ciudadanos, cuyas propuestas, aunque son más moderadas, también incluyen rebajas que afectan positivamente a los ricos y negativamente a los más humildes. 

En el bloque de izquierdas, Podemos y Más País optaron por distintas formas de subidas a las grandes empresas y a los más adinerados. Por ejemplo, una reforma tributaria progresiva en el IRPF que repercutiría en las personas con más ingresos. Por otro lado, el PSOE se mostró tibio en materia de de impuestos y abandonó la propuesta de subir el IRPF a las rentas más altas que había presentado el 28-A, en su programa electoral se limitó a defender una "mayor justicia fiscal" y una reforma de la fiscalidad sin concretar.