Orreaga / Roncesvalles es un municipio de tan solo 19 habitantes. Situado en el Pirineo navarro es un destino habitual para turistas y visitantes en los meses de verano. Es especialmente conocido por ser un típico punto de salida para los peregrinos del Camino de Santiago. Todo ello hace que Roncesvalles sea el municipio del Estado que más turistas recibe en verano en comparación a su población. El pasado mes de agosto 1.699 turistas pasaron por este pueblo, una cifra que supone 89 veces el número de habitantes del lugar.

Público ha analizado municipio a municipio los datos de agosto de 2023 de la estadística experimental del Instituto Nacional de Estadística (INE) que mide el turismo a través de las antenas de telefonía y la señalización que estas hacen de los teléfonos móviles. Roncesvalles es el que más turistas recibe respecto a su población, pero no deja de ser un pueblo muy pequeño.

Al fijarse en los municipios de un tamaño mayor, el análisis muestra cómo la mayor presión turística se da en municipios del litoral, especialmente del Mediterráneo. Los tres municipios de al menos 10.000 habitantes que más ven crecer su población en agosto son Orpesa / Oropesa del Mar (Castelló), Salou (Tarragona) y Castell-Platja d'Aro (Girona), siempre en términos relativos.

De todos modos, los visitantes no solo multiplican exponencialmente el número de habitantes en los municipios de costa. Esta situación también se da en multitud de pueblos de las provincias limítrofes con Madrid, como Guadalajara, Cuenca o Ávila, o en zonas como el Pirineo aragonés y el catalán.

En total hay 121 municipios de la geografía española que el pasado mes de agosto recibieron tantos turistas como su número de habitantes multiplicado por diez o más. Se reparten en 23 provincias distintas. Las que cuentan con más de estos municipios son Guadalajara (con 17), Ávila (15), Girona (13), Huesca (10) y Burgos (9).

Presión turística en Balears

Balears solo tiene dos municipios que superaron ese cociente de más de diez veces sus habitantes: Escorca y Estellencs. Dos pequeños municipios mallorquines de menos de 400 habitantes cada uno. De hecho, para que se pueda dar ese aumento tan grande de turistas respecto a la población de un municipio es necesario que se trate de pueblos no muy grandes. Entre esos 121 municipios solo hay dos que superan los 5.000 habitantes: Peñíscola (Castelló) y Tossa de Mar (Girona).

A pesar de que los municipios de Balears no copan ese listado, el archipiélago es la zona del país que más sufre la presión turística en la época estival. Se trata de la provincia que recibe más turistas en términos absolutos, cuando solo es la novena en número de habitantes. En 2023 Balears tenía 1,2 millones de habitantes. Solo el mes de agosto de ese año acudieron a las islas 2,5 millones de turistas, más del doble de su población.

De hecho, entre los municipios que reciben un mayor número de turistas, aunque no llegan a multiplicar su población por diez, también hay otros de esta comunidad, como Sant Josep de sa Talaia, en la isla de Eivissa, o Alcúdia, Capdepera y Santanyí, los tres en Mallorca.

Balears se ha convertido en los últimos tiempos en un claro ejemplo del problema que está suponiendo la presión turística en multitud de zonas del país. Las islas están cada vez más masificadas y el acceso a la vivienda para la población es cada vez más complicado. Este tipo de problemas relacionados con la turistificación se están dando también en muchos otros lugares. A finales de junio una multitudinaria manifestación en Málaga pedía un cambio de modelo turístico y reivindicaba el derecho a una vivienda digna.

Después de Balears las provincias que reciben un mayor número de visitantes en relación a su población son Girona, Ávila, Huesca, Tarragona y Segovia. De nuevo, se ven muy claras esas dos tendencias diferenciadas. De un lado, las provincias costeras más afectadas por la turistificación, que reciben una gran cantidad de turistas en busca de sol y playa, como Balears, Girona y Tarragona.

Y de otro, las provincias de la España vaciada que reciben un buen puñado de personas que vuelven al pueblo en verano, como Ávila, Huesca y Segovia. Estas zonas, además, están entre las menos pobladas del país y, por tanto, aún con un número más pequeño de visitantes en agosto, su población crece proporcionalmente más que la de otras provincias.

Por contra, el menor número de turistas respecto a su población en verano lo tienen provincias de interior como Madrid, Jaén, Zaragoza, Sevilla y Córdoba. Varias de estas regiones, además, están entre las más pobladas. Por ello, necesitan muchos más turistas para que su población estival crezca de forma proporcional tanto como la de otras zonas.